vitoria - Siguen los problemas físicos en el seno del Baskonia, que no gana para disgustos. El último foco de preocupación para afrontar el derbi de esta tarde es Luca Vildoza, duda frente al Bilbao Basket debido a una contusión en el hombro sufrida en el reciente choque continental ante el Khimki. El timonel argentino fue relegado el viernes al ostracismo durante casi toda la segunda mitad y el motivo real de su misteriosa desaparición de la cancha fue un golpe fortuito que le mantiene entre algodones a la espera de las pertinentes pruebas médicas.

Su hipotética ausencia supondría el enésimo contratiempo para el Baskonia, que ya ha visto resentida su dirección con la ausencia para casi toda la temporada de Granger con la fractura completa del tendón de Aquiles. Si Vildoza no evoluciona de forma positiva, el imprevisible Henry podría ser el único base puro en manos de Perasovic, salvo que el club inscriba hoy mismo al joven Lautaro López en la ACB.

Llega el primer derbi vasco de la temporada. Y lo hace en un momento delicado para un Baskonia que ha perdido tres de sus cinco partidos oficiales hasta la fecha y comparece esta tarde en el Bilbao Arena de Miribilla obligado a equilibrar su balance de victorias-derrotas en la Liga ACB frente a un anfitrión mucho más descansado y con una semana entera a su disposición para preparar convenientemente la cita. Son los conocidos rigores de una Euroliga que implica un desgaste descomunal a nivel físico y mental.

El Baskonia pernoctó el viernes en Moscú tras la derrota ante el Khimki y aterrizó a primera hora de la tarde de ayer en Foronda tras un pesado viaje de más de siete horas que incluyó una escala en Budapest (Hungría). De ahí se fue a entrenar al Buesa. Es decir, menos de 24 horas para estudiar en la pizarra las virtudes de un Bilbao Basket con bríos renovados en su vuelta a la élite y encarar un derbi trampa. Sin embargo, no hay ningún tipo de excusas. Todo el mundo es consciente de que el maratoniano azulgrana lleva conviviendo con este ritmo infernal desde hace décadas.

Se trata de evitar por todos los medios la tercera derrota consecutiva en el frente doméstico, donde ya están instaladas las primeras urgencias. Los desvanecimientos vividos ante el Barça y el Unicaja mantienen actualmente al Kirolbet en una posición de lo más inquietante, fuera de los puestos que conducen a la Copa prevista en febrero del 2020 en el Martín Carpena andaluz.

gran inicio local Tras el particular año en el purgatorio de la LEB Oro del vecino bilbaíno, la magia de este duelo de rivalidad regional regresa bien pronto. Como siempre sucede en estos casos, al Baskonia le espera no solo un duro ambiente en un Miribilla lleno hasta la bandera sino también un anfitrión envalentonado que ha protagonizado un notable inicio de campaña. Los discípulos de Álex Mumbrú han obtenido dos victorias de indudable prestigio ante el Tenerife y el Valencia Basket. Su única derrota llevó la firma de un Obradoiro que necesitó dos prórrogas para tumbar la heroica resistencia de los hombres de negro.

Al margen de convivir contra su falta de ensamblaje, las cruciales lesiones de Granger y Stauskas o el discreto estado de forma de otros primeros espada, el Baskonia está atravesando un duro tramo del calendario donde se agolpan los partidos a domicilio. De hecho, el jueves de la próxima semana también deberá rendir visita al Fenerbahce en la Euroliga en una maratón que pondrá a prueba su fiabilidad como colectivo.

De momento, el nuevo proyecto vitoriano está generando algunas dudas en los aficionados, escépticos entre otras cosas con la configuración del juego interior o la falta de pausa y una buena lectura del juego por parte de los dos bases.

Enfrente estará un Bilbao Basket que ha sorprendido a propios y extraños en este arranque con una buena mezcla de juventud y veteranía. El excelente momento de forma del eléctrico base Jaylon Brown, del consumado triplista Arnoldas Kulboka y de un alero con la canasta entre ceja y ceja como Axel Bouteille serán peligros a minimizar por la pizarra de Perasovic, sin obviar la jerarquía de dos clásicos de la competición como Rafa Martínez y Ondrej Balvin con muchas horas de vuelo a sus espaldas.

La munición del rival azulgrana está sobradamente constatada, ya que ha superado los 80 puntos en todos sus encuentros y no renuncia a lanzar alrededor de 30 veces desde la línea del 6,75. Con todo, la supremacía de un Baskonia con más físico y centímetros bajo los tableros debería dejarse sentir a poco que se imponga la lógica en Miribilla.