vitoria - Un halo de ilusión y esperanza recorre estos días las oficinas del Buesa Arena viendo las notables evoluciones de Miguel González en el Europeo sub-20 que se desarrolla desde la semana pasada en diferentes ciudades de Israel. El exterior vallisoletano del Baskonia está siendo una de las grandes sensaciones de España, clara favorita a la medalla de oro junto a Francia y que ha obtenido con suficiencia el pasaporte para los octavos de final del evento continental.
Una de las claves de las autoritaritarias victorias del combinado estatal en la primera fase ante Croacia (85-73), Letonia (55-78) y Alemania (78-66) ha sido Miguel González, de la estrecha confianza de Joaquín Prado en la cuerda exterior y cuyos promedios están siendo meritorios. Le avalan sus 13,7 puntos, 3 rebotes y 1,3 asistencias hasta la fecha destacando sobremanera un excelso acierto desde la línea de 6,75 metros. No en vano, ha anotado 10 de los 15 triples intentados gracias a una muñeca caliente que está causando estragos entre sus pares. A todo ello hay que añadir una sacrificada labor defensiva, algo en lo que ha mejorado de forma notable en los últimos tiempos.
El joven alero del Baskonia, con contrato en vigor hasta junio de 2024, tendrá esta tarde (19.30 horas) una nueva oportunidad para destapar su calidad en el partido de octavos de final ante la débil Eslovenia, previsto en la ciudad de Ramat Gan. En caso de superar este obstáculo, el vallisoletano se enfrentará en cuartos al ganador de la eliminatoria entre Turquía e Italia. Es ahora cuando llega la parte decisiva de la competición y cuando las promesas en manos del técnico Joaquín Prado deberán dar el do de pecho.
España ha acudido a este Europeo con una selección muy potente en la que varios jugadores ya han debutado incluso en la Liga ACB y ya saben lo que es competir al más alto nivel pese a su juventud. El líder indiscutible de esta generación no es otro que Carlos Alocén, la joya de la corona formada en el Tecnyconta Zaragoza y fichada ya por el Real Madrid de cara al futuro, aunque también destacan otros nombres conocidos como Adams Sola, Josep Puerto, Osas Ehigiator o Joel Parra.
¿el cuarto cupo? Esta reivindicación de Miguel González se produce justo en medio de un verano donde su situación sigue siendo incierta en el seno del Baskonia, que debe decidir si recurre a su juventud y ambición para ocupar la plaza de cuarto cupo de la plantilla de cara a la temporada 2019-20 o, en caso contrario, opta por una cesión a otro lugar donde vaya a gozar de cierta continuidad. El pasado curso estaba previsto que compitiera en el equipo filial de LEB Plata, pero la grave lesión de espalda de Tadas Sedekerskis hizo que fuera un asiduo en los entrenamientos y las convocatorias del primer equipo.
El vallisoletano de 2,01 metros participó concretamente en 17 partidos, 11 de ACB y 6 de Euroliga, aunque su cuota de minutos fue reducida. La confianza de Velimir Perasovic en él resultó muy limitada pese a las lesiones sufridas por algunos compañeros en la cuerda exterior, de ahí que el Baskonia deba meditar a fondo el siguiente paso para su todavía corta carrera. Otro año en Vitoria podría resultar muy contraproducente para su progresión si este ostracismo no varía en exceso. Con Shengelia, Granger e Ilimane como cupos prácticamente inamovibles, todo hace indicar ya que ese cuarto jugador imprescindible para cumplir la legislación vigente en la competición doméstica será el propio González o Sedekerskis.