Vitoria - La figura del sexto hombre, ese jugador que suele empezar los partidos desde el banquillo pero que acaba teniendo más relevancia que el que ha partido como titular, es muy apreciada en la NBA y en Europa tuvo en su momento a Theo Papaloukas como su figura más relevante, como ahora también puede serlo Kostas Sloukas. Para ese papel ha elegido Velimir Perasovic a Darrun Hilliard, que ha encontrado su rol en el Kirolbet Baskonia con el croata empezando todos los partidos desde el banco. Esa suplencia inicial no quiere decir que no sea una pieza importante, ya que cuando se encuentra sobre la cancha el exterior de Pennsylvania es una de las referencias ofensivas del equipo, además de ofrecer un buen rendimiento defensivo. Ese papel asumido desde hace semanas se vio refrendado ayer, cuando asumió de nuevo muchos galones en ataque con una actuación dispar. Y es que si mostró un acierto letal en el lanzamiento de tres con un 6/9 excepcional (además de una falta a un tiro desde los 6,75 metros que le concedió sus tres únicos tiros libres del encuentro, de los que anotó dos), cuando se fue a buscar la canasta en sus penetraciones se chocó contra un muro, como bien evidencia su 0/8. En total, hasta diecisiete posesiones consumió con sus lanzamientos (para un total final de veinte puntos), lo que indica bien a las claras su importancia dentro del equipo en su rol de sexto hombre.
Perasovic ha encontrado para Hilliard ese acomodo que ha hecho que el estadounidense crezca en su rendimiento tras un arranque de temporada que le resultó complicado por esos problemas de adaptación que siempre tienen los americanos en su primera experiencia en el baloncesto europeo, muy diferente en sus conceptos e, incluso reglas, al que se juega al otro lado del charco. Incluso, visto su ostracismo, su salida estuvo encima de la mesa, pero el mercado no ofrecía ningún jugador de garantías.
La llegada de Perasovic y la acumulación de problemas físicos, de los que Hilliard ha salido bien parado, le permitieron ir creciendo. A la fuerza, se puede decir, ya que por momentos el croata no tenía más alternativas. Con confianza, sus porcentajes han ido mejorando y también su peso en el juego del equipo. Y, pese a las ausencias, el preparador baskonista comenzó a perfilar para su jugador ese rol de sexto hombre, utilizando en el quinteto, casi siempre al lado de Shavon Shields, al tercer exterior que tuviese disponible. El más claro ejemplo es que Miguel González ha salido en unos cuantos partidos de la Liga ACB como titular.
Un base de emergencia Si Hilliard se sigue reafirmando como sexto hombre baskonista, ayer Shavon Shields hubo de actuar como base de emergencia durante los casi trece minutos que Marcelinho Huertas no estuvo sobre la cancha. A Luca Vildoza se le dio ayer descanso para que pueda recuperarse de sus problemas físicos y, con la lesión de larga duración de Jayson Granger, el equipo se encuentra cojo en esa posición. Y es que tampoco está disponible Matt Janning, que también ha ocupado esa posición en ocasiones. El alero danés asumió la dirección dentro de un partido de locura al que incluso le aportó un punto más de velocidad ejerciendo de base a la carrera.