A lo largo de la temporada el calendario siempre depara varios partidos trampa, de esos que la victoria parece obligada pero que surgen rodeados de condicionantes especiales que convierten este objetivo en bastante más difícil. Uno de ellos era la visita del Baskonia ayer al Manresa. Porque el cuadro catalán está siendo una de las grandes revelaciones del curso, el Kirolbet a duras penas sobrevive asolado por las bajas y, por último, la cita llegaba tras el tremendo esfuerzo realizado el pasado viernes ante el Fenerbahce. Sin embargo la escuadra alavesa fue capaz de dejar todo eso atrás y cumplir con el guión previo que le señalaba como vencedor del combate. Y eso fue precisamente lo que más satisfecho dejó a Velimir Perasovic.

“Se trataba de un partido muy importante para nosotros contra un rival que está haciendo las cosas muy bien y lo hemos podido sacar adelante. Ha estado bastante igualado durante muchos minutos pero supimos aprovechar las oportunidades que tuvimos en el último cuarto”, resumió el preparador balcánico.

El técnico croata no pudo relajarse hasta que sonó la bocina que decretó el final de la contienda, pese a que su equipo fue prácticamente siempre por delante en el marcador. “Tuvimos pequeñas ventajas pero no supimos culminar el trabajo hasta los últimos minutos. Nuestra principal losa casi siempre fueron las pérdidas de balón, especialmente en el primer cuarto”, significó.

Por último, Perasovic puso el acento sobre dos cuestiones puntuales del duelo ante el Manresa. Por un lado la satisfacción de haber evitado “un cansancio muy peligroso” tras el gran esfuerzo realizado el pasado viernes ante el Fenerbahce y, por otro, la obtención del pasaporte para la Copa del Rey. “Esta victoria nos mete definitivamente y nos deja con buenas opciones de ser cabeza de serie”, se felicitó.