Vitoria - El Kirolbet Baskonia se pondrá esta mañana de viaje para comenzar un periplo que le mantendrá lejos de Vitoria hasta el próximo miércoles y en el que acumulará tantos kilómetros en viajes como carga de minutos en los tres partidos que tiene por delante y a los que el equipo azulgrana llega muy mermado de efectivos. Sobre todo en lo referente a un juego interior al que ya de por sí no le sobraban piezas y que se queda cogido con hilvanes tras la lesión sufrida el pasado domingo por Tornike Shengelia. De momento, Vincent Poirier, Johannes Voigtmann e Ilimane Diop, con la ayuda puntual que pueda ofrecer un jugador que apenas cuenta como Ajdin Penava y las soluciones tácticas que pueda incluir Velimir Perasovic, componen la escasa batería de pívots disponibles para afrontar los duelos contra Fenerbahce, Baxi Manresa y Olympiacos. Tres torres solitarias, a la espera de que el club decida mover ficha en el mercado ante la imposibilidad de batallar de manera permanente al máximo nivel con tan pocos efectivos. Aunque desde las oficinas del Buesa Arena el objetivo era la llegada de un nuevo jugador para el exterior, ahora fichar un hombre para la zona es obligación ineludible.

Para esa solución, como mínimo, habrá que aguardar una semana. Y es que el equipo hace hoy las maletas para no regresar a Vitoria hasta el próximo miércoles. Entre medias, escalas en Estambul, Manresa y Olympiacos para buscar prácticamente la heroica con los únicos ocho jugadores que cuentan con la confianza de Perasovic. A ese núcleo cada vez más reducido hay que añadir a Miguel González y Penava y el club seguramente recurrirá a algún canterano para completar una expedición en la que no estarán ni el citado Shengelia ni tampoco Patricio Garino, Tadas Sedekerskis y Jayson Granger.

Desde su llegada, justo cuando se lesionó el alero argentino tras la visita al Monbus Obradoiro, el entrenador croata ha ido salvando la papetela del juego exterior, incluso cuando cayó de baja el base uruguayo. En el perímetro, el técnico baskonista contaba con un fondo de armario más amplio. Ya fuese apostando por dos bases al mismo tiempo o con distintas mezclas entre teóricos escoltas y aleros, los agujeros se han ido tapando a base de cargar de minutos a esta batería. En cambio, la solución para el juego interior se antoja infinitamente más complicada al contar de partida con un número de elementos ya de por sí bastante reducido. Y es que en el máximo nivel, en el que pretende moverse el Baskonia, es difícil encontrar equipos que solo cuenten con cuatro pívots útiles. Una planificación errática de partida que se lleva pagando desde el arranque del curso -y ya en el anterior, cuando no se contrató otro interior más tras descartarse la renovación de Kevin Jones- al no existir fondo de armario para afrontar las contingencias.

El ejemplo de Málaga Si cuatro pívots ya suponían un material bastante limitado para una temporada de la exigencia de la actual, lo de ir a la batalla con solo tres torres supone dar muchas ventajas al rival de antemano. Sin ir más lejos, Poirier, Voigtmann y Diop se van a tener que jugar los cuartos mañana contra los Jan Vesely, Joffrey Lauvergne, Nicolo Melli o Ahmet Duverioglu, que además pueden contar con la ayuda puntual como cuatros de Luigi Datome o Nikola Kalinic. Y el martes que viene les esperan en El Pireo Georgios Printezis, Nikola Milutinoc, Sasha Vezenkov, Zach Leday y Georgios Brogris.

Dos de las baterías más poderosas de la Euroliga ante tres jugadores que tendrán que hacer un ejercicio casi perfecto de nadar y guardar la ropa. Cada penalización en forma de falta personal puede suponer un mazazo enorme para el equipo y teniendo en cuenta que todos ellos van a tener que estar muchos minutos sobre el parqué tendrán que gestionar el esfuerzo de las piernas y también el de la cabeza. Si uno solo de ellos no está a su máximo nivel, las opciones de éxito quedarán reducidas a la mínima expresión. Coo consuelo, en la reciente visita al Unicaja ya estuvo ausente Shengelia -entonces de viaje a Estados Unidos- y el cuadro vitoriano se despachó una de sus mejores actuaciones del curso, comandado precisamente por sus interiores.

Las alternativas a estos tres jugadores son escasas dentro de la actual plantilla. La confianza en Penava se ha evidenciado nula, aunque seguramente el bosnio tenga que saltar algunos minutos a la cancha en los próximos partidos, sobre todo si sus tres compañeros sufren problemas con las faltas. Otra opción es que Shavon Shields pueda jugar como cuatro, una posición en la que ya actuó en su etapa en Alemania. Una solución de emergencia que puede casar bien en la competición doméstica, pero que es mucho más compleja de aplicar en Europa, donde los interiores tienen un potencial físico superior. Además, Perasovic tampoco va sobrado de recursos en el perímetro como para prescindir ahí de mucho tiempo del alero.