Vitoria - Al Real Madrid le bastaron ayer tres cuartos para dejar el partido sentenciado, y esos 30 minutos letales tuvieron como grandes protagonistas a Walter Tavares y al argentino Facundo Campazzo. Quizás no fueron los más destacados en cuanto a números, pero su influencia en el juego fue vital para que el Baskonia no tuviera ninguna opción de llevarse la victoria.
Tavares comenzó marcando territorio en la zona desde el principio. El espectacular tapón que le puso Poirer no fue más que un espejismo, ya que el caboverdiano se convirtió pronto en una pesadilla para los hombres altos del Baskonia. Su altura impone y a sus tapones, rebotes y puntos hay que sumarles el desconcierto que crea los jugadores rivales cada vez que se acercan a canasta.
Su presencia en pista coincidió con los mejores momentos del equipo blanco. Pedro Martínez ya intentó neutralizar su influencia en el juego sacándolo de la pintura con el antídoto de Voigtmann en la final de liga de la temporada pasada, pero ayer Perasovic no encontró la manera de castigar al pívot madridista. Jugó a su antojo y el mencionado tapón de Poirier y los posteriores de Diop y Penava no consiguieron sacarlo del encuentro.
El ‘Facu’, protagonista indeseado El Real Madrid tiene un fondo de armario muy amplio y ejemplo de ello es que cuando un jugador falla otro aparece para hacerlo aún mejor. Ayer fue Facundo Campazzo quien hizo olvidar el mal partido de Sergio Llull. El base argentino fue un dolor de cabeza para el Baskonia con sus penetraciones hacia canasta aprovechando los bloqueos directos de sus compañeros. Cuando él y Tavares coincidían en la pista, no sufrían problemas para ampliar la ventaja en el marcador. De hecho, el Facu terminó con una nada desdeñable marca de 15 puntos y 11 asistencias.
Por desgracia, el base madridista no fue protagonista por su gran actuación, sino por una polémica acción en la que Shengelia salió lesionado. Fue al poco de comenzar el tercer cuarto cuando el argentino se cruzó en la carrera del capitán Baskonista en un intento de robo, provocando un choque de rodilla con cadera del que Shengelia salió malparado. El Facu fue sancionado con una antideportiva y el georgiano tuvo que abandonar la cancha rumbo a los vestuarios.
Finalmente, tanto Campazzo como Tavares terminaron con un balance de +22 puntos en el tiempo que estuvieron en la cancha, un dato que deja en evidencia la incapacidad del Baskonia para frenar a estos dos jugadores. El partido fue un infierno para los aficionados, que vieron cómo el equipo azulgrana no daba sensación de ser capaz de remontar el partido en ningún momento.
Para colmo, Yusta y Thompkins estuvieron infalibles desde la línea de tres y pusieron la puntilla a un Baskonia preocupado por la sangría de puntos provocada por Tavares y Campazzo. En definitiva, una velada gris que debería servir para aprender de los errores y afrontar el próximo choque contra los merengues de una forma diferente.
El equipo vitoriano consiguió dar 26 pases de canasta en su última victoria continental ante el Khimki, pero ayer se vio maniatado por los férreos grilletes madridistas y nunca encontró la forma ideal de atacar la tela de araña tejida por Pablo Laso.