las palmas - El Real Madrid ya vela armas a la espera de conocer a su rival en la final de la Liga. El conjunto de Pablo Laso volvió a sufrir ante el Herbalife Gran Canaria pero, como en los dos partidos precedentes, también volvió a imponerse merced a la efectividad en los momentos decisivos de la larguísima plantilla que atesora el técnico vitoriano.
El conjunto que dirige Luis Casimiro planteó una batalla sin concesiones, obligado a vencer para no quedar eliminado. Agresividad y valentía ofensivas para responder golpe por golpe a un Rudy estelar (21 puntos) y un Carroll asimismo letal (17) a pesar de verse mermado por la consecución de tres faltas en el primer cuarto.
Cada vez que el Gran Canaria, con la ausencia de DJ Seeley por lesión, tomaba una ligera renta surgían los triples de Rudy, el oficio de Reyes o la clase sin par de Llul y Doncic. El partido llegó al descanso con máxima igualdad (50-50), con un juego veloz y vibrante, y con dos equipos cuyos ataques se imponían claramente.
El Madrid, con un mayor fondo de armario, salió más intenso en la reanudación y se fue (54-64). Casimiro paró el choque y Herbalife tomó algo de oxígeno con un triple de Rabaseda, pero el Madrid, apoyado en la facilidad encestadora de Carroll, parecía encarrilar definitivamente el encuentro. Espoleado por sus incondicionales, el Gran Canaria aún logró elevar al máximo la emoción con dos triples de Báez y Eriksson en los compases finales (89-92). Sin embargo, los jugadores de Laso mostraron nervios de acero para sentenciar. - Efe