Creo que éramos unos cuantos los que veíamos el camino de Vitoria a Belgrado un poco menos tormentoso si pasaba por Atenas que si lo trazábamos por Estambul, como al final ha sido. Aunque sin duda en lo que coincidimos todos es que la peor ruta pasaba por Moscú, por la envergadura del rival y por el desplazamiento. El CSKA ha sido el líder indiscutible de la liga regular y su potencial está fuera de toda duda, por lo que un nuevo emparejamiento con el Chacho y compañía se antojaba misión imposible. Al final, después de la guerra que hemos dado en las últimas 2-3 jornadas con todas las posibilidades posibles, con la mala decisión de Euroliga de no plantear un horario unificado en la última jornada, con el fair play o no de Olympiacos de cara a su último encuentro con Zalgiris y la posibilidad que se le planteaba de elegir rival en el Top 8... y con el resto de historias, el rival para la ronda eliminatoria será el vigente campeón de la competición. Ahí es nada. Si aprovechamos el cambio de fase en Euroliga para hacer balance, siendo objetivos hemos de decir que la fase regular ha sido un éxito. Tras un mal comienzo de temporada lleno de derrotas, el equipo ha sabido reconducir la situación y entrar en el coto cerrado de los ocho mejores equipos de Europa. Un dato objetivo. Siempre se dice que a lo bueno nos acostumbramos rápido, y en este caso es así. A veces creo que damos por hecho que el Baskonia va a estar ahí sin apenas jugar, y sin tener en cuenta la complejidad de la competición y el nivel de los rivales. Así que en mi opinión tenemos que darle mucho mérito a esta clasificación, no ya solo por todos estos apuntes meramente clasificatorios, sino también por el juego desarrollado en los últimos meses y, sobre todo, el impecable mes de marzo que nos han regalado estos chicos. Porque este Baskonia ha estado a un grandísimo nivel en muchos de los minutos que ha disputado en ambas competiciones. Es un equipo que ha trasmitido unas sensaciones increíbles, que ha jugado un baloncesto tremendo. Con una defensa impecable, un potencial ofensivo espectacular y una capacidad para ganar machacando a rivales de primer nivel, como hacía mucho que no veíamos. Así que debemos dar las gracias en primer lugar a Pedro Martínez y su equipo técnico por su grandísimo trabajo durante estos meses, Y en segundo lugar, a los jugadores, por entender y aplicar a la perfección la doctrina del entrenador, por su esfuerzo y sacrificio, y también por algo que me parece muy importante y necesario que es hacer piña. Por ser un equipo, un grupo solidario y comprometido, mimbres con los que se consiguen finales y títulos.

¿Y ahora qué? El equipo del mejor entrenador de Europa nos espera en una durísima eliminatoria a cinco partidos. Son favoritos, no hay duda, porque es un equipo temible, nada menos que el actual campeón. Y por si fuera poco, cuenta con un público caliente como el que más que les empuja y apoya incondicionalmente. De Zelko Obradovic me preocupan muchas cosas. Es un viejo zorro que se las sabe todas y planifica la temporada siempre de menos a más, a mucho más. A estas alturas de la temporada es cuando se encuentran a mejor nivel para poder ganar la Euroliga, como ha hecho otras veces. Pero no solo de palmarés vive esta apasionante competición europea. Nosotros queremos ser uno de los cuatro de Belgrado. Queremos ganar esta ronda y plantarnos allí. No será nada fácil, lo mismo que no lo fue ninguna de las anteriores Final Four en las que estuvimos. Y lo mismo que no lo hubiera sido si nos hubiéramos tenido que pegar con los griegos, aunque seguramente estén un peldaño por debajo de los turcos. Pero con el equipo al nivel que hemos visto este mes, vamos a plantar cara seguro y vamos a pensar en ganarles porque podemos hacerlo. Es cierto que en los tres últimos partidos (Guipúzcoa, Efes y Morabanc) hemos visto momentos de un nivel inferior al mostrado en marzo, pero en cierta forma tiene su lógica. Mostrar ese alto nivel de forma regular y mantenido en el tiempo está al alcance casi únicamente del CSKA en toda Europa. No me preocupan tanto los bajones puntuales como sí los últimos percances físicos de tres de los jugadores. Como dice Pedro Martínez, “en este equipo los necesitamos a todos”. La muñeca de Huertas, el tobillo de Granger y el dedo de Garino son contratiempos de especial importancia a estas alturas de la competición. Esperemos su pronta recuperación. Y para terminar, me gustaría comentar dos situaciones similares vividas este pasado fin de semana en Vitoria, en nuestros dos campos de referencia. Como dice el siempre sabio refranero popular, de bien nacido es ser agradecido. Y eso es lo que mostró en primer lugar la impresionante grada de Mendi cuando cantaba la famosa tonadilla “yo sin ti, Bordalás, no sabría cómo subir... Llévame a Primera, llévame a Primera....”, que obligaba al ahora técnico del Getafe a salir del banquillo en pleno partido para corresponder al público con unos aplausos. Una forma de agradecimiento y reconocimiento público al técnico que nos devolvió a la máxima categoría del fútbol nacional. Las imágenes de ese momento son muy entrañables, de las que ponen la piel de gallina y llenan de orgullo. Y no menos entrañables resultaron los otros dos reconocimientos de la grada del Buesa al día siguiente. El primero de ellos ya lo esperábamos. Como parte de la plantilla del Morabanc Andorra llegaba de vuelta a Gasteiz nuestro querido Jaka Blazic, un jugador con un coraje y entrega fuera de toda duda que dejó un gran poso en su paso por el club. Y en segundo lugar, el que no esperábamos. Cuando la grada de animación empezó a cantar el conocido “Dusko, Dusko...!!!”, todas nuestras miradas se dirigieron a la zona del palco, donde efectivamente estaba nuestro sargento de hierro. El hombre que nos enseñó que el cansancio no existe (aunque Pedro Martínez nos dijo posteriormente en la rueda de prensa y en forma de guiño, que sí que existe...), y que a veces la realidad puede ser mejor que los sueños. Un honor volver a tenerlos nuevamente por aquí a los dos. Queda muy poco en ambas competiciones para el Baskonia. Pero queda lo mejor. Y en ambas, y a pesar de las lesiones, llegamos en un muy buen momento de forma y con unas sensaciones muy esperanzadoras y que invitan a pensar en positivo. Que el deporte es como es lo sabemos todos, pero desde luego, esta es la forma ideal de llegar al final de temporada. Así que aúpa Baskonia y mucho ánimo porque queremos seguir escribiendo la dulce historia de este club en letras de oro y además disfrutando. ¡A por ellos!