Vitoria - Si bien todos los focos mediáticos siempre están puestos en la Euroliga, al Baskonia no le conviene dejar de lado una Liga ACB donde también afronta obligaciones importantes a corto plazo. Tras la agónica victoria en Málaga que ha servido para prolongar el sueño del Top 8, el equipo vitoriano abre esta tarde (18.30 horas) la segunda vuelta en el WiZink Center ante el Estudiantes, un rival a priori propicio para no revivir las pesadillas de sus dos últimos desplazamientos ligueros a Murcia y Santa Cruz de Tenerife. En ambas ocasiones, mostró una imagen por momentos apática y desangelada hasta terminar con los mofletes enrojecidos y desbordado en todas las facetas del juego. Tras el titánico esfuerzo para salir indemne de la visita al Martín Carpena, hoy pasará otra reválida a nivel físico y mental.

El torneo doméstico se encamina ya hacia su fase decisiva y, salvo el intratable líder Real Madrid, la igualdad es máxima en los puestos nobles. Sin ir más lejos, el Baskonia se encuentra al acecho de una tercera posición de la que tan solo le separa una victoria. Por contra, también sufre el aliento del noveno clasificado. El Gran Canaria, primer equipo que se quedaría hoy en día fuera de la pelea por el título y que dejó fuera de la próxima Copa del Rey al Murcia debido a su condición de anfitrión en la cita de Las Palmas, únicamente suma un triunfo menos que los vitorianos.

En el caso del maratoniano azulgrana, por tanto, no es cuestión de dormirse en los laureles e ir desaprovechando las oportunidades de mejorar un balance hasta ahora discreto. Y es que el objetivo mínimo reside en acceder a la cuarta plaza para gozar de la ventaja de campo en el primer cruce de las series finales por el título. Para ello, será necesaria una mayor regularidad de la exhibida hasta la fecha.

Un histórico como el Estudiantes parece estar en tierra de nadie, con opciones remotas de acceder a la octava plaza y también con un colchón suficiente respecto al descenso, ocupado por el decadente Joventut y el Real Betis. Los madrileños están cuajando una campaña repleta de altibajos, pero como anfitriones ya han doblegado esta temporada a dos pesos pesados como el Barcelona y el Valencia Basket.

Salva Maldonado acoge entre sus filas al mejor pistolero de la competición. Sylven Landesberg, el alero estadounidense con pasaporte israelí que puso el pasado verano fin a su ciclo de cinco temporadas en el Maccabi, se ha convertido en un tormento para las defensas rivales. En un equipo que le busca constantemente y le genera buenas situaciones de tiro, está destapando su instinto asesino con 18,6 puntos de media. Segundo en esta clasificación es Toko Shengelia con 17,6.

cautela de pedro martínez Por lo demás, el Estudiantes malvive por sus evidentes limitaciones en el puesto de base -el exbaskonista Omar Cook se muestra muy irregular en su rendimiento- y, sobre todo, el juego interior, donde Alec Brown, el veterano Sitapha Savané y Víctor Arteaga carecen de kilos, músculo y poderío físico para salir airosos de las grandes batallas. Goran Suton y Nik Caner-Medley, por su parte, son dos cuatros que actúan muy lejos del aro y con poca querencia a pegarse debajo los tableros.

En definitiva, un adversario ciertamente asequible a poco que los discípulos entrenados por Pedro Martínez afronten el choque con la concentración y la ambición ideales. En caso contrario, resucitarán los viejos fantasmas de unas últimas salidas que han dejado, a todas luces, un poso de insatisfacción.

“Ellos han ganado al Barcelona y al Valencia Basket. Esto demuestra que dan un extra y juegan a muy buen nivel. Son los que mejor juegan en transición, con conceptos muy buenos, sencillos y basados en las características de los jugadores. Nuestro siguiente objetivo es estar en play off en una buena posición, intentar mejorar las victorias de la primera vuelta y optar a estar en una buena ubicación”, reconoce Pedro Martínez, convencido de que el colegial es “un equipo que nos va a presentar otras dificultades”.