vitoria - Con la baja de última hora de Jayson Granger, el Baskonia intentará ponerse hoy la coraza de equipo casi indestructible en un escenario, a priori, propicio para prolongar el cuento de hadas de las últimas semanas. Inmerso en una racha extraordinaria -en la ACB acumula seis victorias consecutivas, mientras que en la Euroliga suma cinco de seis con el solitario borrón de la caída ante el Fenerbahce-, algo que está dejando en un segundo plano el cúmulo de problemas físicos que asolan al plantel, la visita al desahuciado colista de la Euroliga emerge como una buena oportunidad para mantener su autoestima por las nubes y escalar algún puesto en la clasificación.
Eso sí, las lesiones se niegan a conceder respiro alguno a Pedro Martínez, que acaba de perder a un nuevo peón antes de medirse al Armani. El tobillo de Granger, magullado desde hace semanas, ha dicho basta y el Baskonia añade un nuevo inquilino a la enfermería. No es un jugador cualquiera, ya que el uruguayo acostumbra a ser el base titular del equipo y un pilar indispensable en una dirección de juego donde Huertas deberá dar un paso al frente y llegará por fin la ansiada oportunidad para Vildoza. El vuelo chárter con destino a Milán estuvo integrado ayer por tan solo once jugadores, ya que Ilimane, Garino y Malmanis -en el caso de McRae, ni está ni se le espera- siguen un día más en el dique seco.
Pese al dulce momento, todavía se resiste la silueta azulgrana en posiciones de Top 8 desde el arranque de la competición. Sin embargo, dicho objetivo podría hacerse realidad esta misma semana tras el enfrentamiento ante dos rivales en horas muy bajas que se están descolgando demasiado pronto de la pelea por los lugares de privilegio. Antes de recibir el viernes al Barcelona en un choque picante a más no poder debido al retorno de Sito Alonso al Buesa Arena, el Baskonia afronta hoy en Milán un examen más complicado de lo que la pésima inercia del Armani indica.
Para empezar, el Mediolanum Forum es una cancha que se le da especialmente mal en los últimos tiempos. Allí acumula cuatro derrotas consecutivas y, además, es de infausto recuerdo tras la grave lesión sufrida en su día por Davis Bertans en una entrada a canasta cuando su rodilla acabó hecha añicos. A ello se suma que el cuadro lombardo atesora una plantilla plagada de nombres rutilantes. Pese a su horrible bagaje desde que la actual Euroliga echase a rodar, no es un adversario a minusvalorar. Si bien todavía tiene lesionado al que debía ser su bastión interior de cara a este ejercicio (Patric Young), Simone Pianigiani maneja un grupo largo y de calidad con numerosos rostros conocidos para el público en general.
con la rotación justa Entre las filas lombardas, destacan sobremanera el rocoso exbaskonista Vladimir Micov o anotadores del máximo nivel en la cuerda exterior como el ya recuperado Andrew Goudelock -su lesión muscular que, en principio, debía apartarle de las canchas hasta el 2018 ya es historia-, Curtis Jerrells o Jordan Theodore. En definitiva, un oponente peligroso si el Baskonia no exhibe un elevado nivel de concentración y energía, algo que brilló por su ausencia durante ciertos tramos de la reciente visita al Principado de Andorra.
El exigente calendario empieza a pasar factura a un plantel sin una rotación excesivamente larga por un cúmulo de contratiempos. Apenas nueve jugadores están sosteniendo los cimientos del edificio. Detrás de las apreturas para sacar adelante los encuentros, se encuentran, en parte, el lógico cansancio de los pesos pesados y la imposibilidad de mantener un ritmo constante durante un largo intervalo de tiempo. La ausencia de Granger, capaz de amoldarse a casi todas las posiciones en el perímetro, reducirá más si cabe los recursos en manos de un Pedro Martínez que no gana para disgustos.
La maratoniana fase regular de la Euroliga se dirige ya hacia su ecuador y el Baskonia conserva intactas sus opciones. A su favor juega el hecho de que, de las doce jornadas transcurridas hasta ahora, tan solo ha disputado cinco en el fortín del Buesa Arena. Dentro de la suprema dificultad que entraña cada desplazamiento en el torneo, la de hoy es una buena oportunidad para engordar la racha ante un Armani muy por debajo de lo esperado tras la millonaria inversión de sus rectores durante el pasado mercado estival.
Esta nueva edición continental promete aún emociones fuertes. Salvo el CSKA, el Olympiacos y el Fenerbahce, que parecen estar un escalón por encima, no hay diferencias ostensibles entre los restantes participantes. Por tanto, una positiva racha de tres o cuatro victorias consecutivas puede hacer que un equipo se meta de lleno en la pelea por la vitola de cabeza de serie para el cruce previo a la Final Four o, en su defecto, pase a ocupar alguna posición del furgón de cola. En el caso del Baskonia, su sobresaliente reacción de los dos últimos meses invita ya a soñar con todo.