El Baskonia puso ayer en Burgos el colofón a una semana perfecta en la que ha cosechado un pleno de victorias en sus cuatro comparecencias, repartidas a partes iguales entre la ACB y la Euroliga. Un balance que, evidentemente, cualquier baskonista firmaría repetir en lo que resta de competición y que abre de par en par las puertas de la esperanza y la ilusión tras el caótico arrante de temporada protagonizado bajo la batuta de Pablo Prigioni pero que Pedro Martínez quiere situar a toda costa en su justa medida. Porque el actual preparador azulgrana sabe perfectamente los grandes peligros que entraña caer en la autocomplacencia y que al conjunto de Zurbano todavía le restan muchas aristas de su juego por pulir.
Por todo ello y pese a la superioridad con la que sus discípulos se deshicieron de su adversario en el Coliseum burgalés, lo primero que hizo fue recordarles la necesidad de mantener los pies bien asentados en el suelo. “Veníamos un poquito preocupados por la carga física que hemos tenido durante los últimos días jugando muchos partidos y con muchos jugadores lesionados pero hemos tenido una puesta en escena muy buena, la primera parte tirando muy bien de tres puntos, jugando muy bien en ataque... La defensa era mejorable pero en la segunda parte creo que hemos dado ese paso de estar un poco más sólidos atrás y hemos completado un buen partido para seguir en nuestro camino. En cualquier caso, no nos hemos de creer nada y tenemos que ser humildes”, argumentó Pedro Martínez.
En este sentido, el preparador barcelonés significó el peligro que entrañaba afrontar la cita de ayer con un exceso de confianza. “Hemos de tener respeto por todos los equipos y sabíamos que este partido había que jugarlo con la mejor de las mentalidades y el máximo respeto al rival porque es un buen equipo, que intenta hacer las cosas con seriedad y esto hay que ponerlo en su justo valor. Hemos sacado una buena diferencia porque les hemos respetado y esto es algo que debemos hacer siempre contra todos los rivales”, advirtió.
Además, Pedro Martínez volvió a incidir en el hecho de que no siempre las cosas van a ir tan rodadas como están saliendo en las comparecencias más recientes del combinado de Zurbano. “Hemos de estar contentos pero al mismo tiempo saber que esto no va a ser siempre así y que habrá dificultades, como las ha habido en la primera parte. Y tener una buena respuesta a lo que nos vayamos encontrando. Ahora el equipo está con confianza por estas victorias y está muy bien que sea así pero nos tenemos que preparar para cuando -por las razones que sean- esa confianza no sea la que tenemos ahora, ver qué respuesta vamos a dar en ese momento”, apuntó.
Para ello, el preparador catalán considera fundamental que el Baskonia se convierta en una orquesta totalmente alejada de los individualismos. “Tenemos que ser capaces de que los jugadores entiendan que da igual quién se encuentre en la pista y que estén todos en una misma línea de compartir valores en ataque y en defensa. El equipo está por encima de todo y lo importante es que todos estén preparados para ayudar y para sumar compartiendo valores, que es la clave de que el grupo pueda seguir estando en una buena línea”, explicó.
Por último, el técnico baskonista se refirió al trabajo que va a poder desarrollar en esta semana. “Lástima que tengamos a jugadores lesionados porque eso también nos condiciona un poquito los entrenamientos. Para tener una buena dinámica de entrenamiento también necesitas tener jugadores suficientes para que la exigencia sea alta. Es difícil mejorar si solo entrenas en fatiga, que es un poco lo que nos pasa ahora con las bajas que tenemos, sobre todo en el juego interior. Pero bueno, vamos a intentar aprovechar la semana, tenemos un partido muy importante el jueves en Belgrado y a prepararnos lo mejor que podamos”, reseñó.
Y, a modo de despedida, lanzó un guiño a su víctima de ayer. “Tengo la sensación de que está en una buena línea los últimos partidos, juega con criterio y con sentido. Mi madre nació en Burgos y me gustaría que se pudiera salvar”.