vitoria - La competición de primer nivel no entiende de treguas y por eso, pese a que apenas ha tenido tiempo de comenzar a trabajar con el grupo, Pedro Martínez se enfrenta esta semana a otro doble examen de la máxima dificultad en su apresurado intento por reflotar la nave azulgrana. Si durante los pasados siete días el equipo disputó nada menos que cuatro encuentros -saldados con un triunfo agónico sobre el Gipuzkoa Basket y tres derrotas-, ahora tiene por delante dos duelos ante sendas escuadras de campanillas. El jueves el Buesa Arena se encargará de abrir el fuego recibiendo nada menos que al Panathinaikos griego en la quinta jornada de la Euroliga y el domingo será el cuadro vitoriano el que se desplace a Málaga para medirse al Unicaja en la Liga ACB.
Antes, el nuevo entrenador baskonista dispondrá de tres días de trabajo para intentar que sus ideas comiencen a calar en una plantilla afectada por una cada vez más profunda depresión tanto en su juego como en su ánimo. Uno de los argumentos a los que se puede aferrar la escuadra de Zurbano para comenzar a revertir esta dura situación es que, al menos, los precedentes ante el equipo heleno le son favorables. De esta manera, en siete de las diez veces que ha pisado el pabellón alavés el Panathinaikos terminó hincando la rodilla. La mayor diferencia favorable al Baskonia tuvo lugar en la temporada 2004-05 durante el Top 16, cuando logró una cómoda victoria por 86-69. Claro que, como contrapunto, la temporada pasada los atenienses se impusieron en Vitoria por 63-72. - T.S.