vitoria - Una de las últimas veces que Pedro Martínez pisó la sala de prensa del Buesa Arena ocurrió hace ocho meses. Aquel 19 de febrero, entrada ya la noche, el entonces técnico del Valencia Basket compareció ante la prensa con cara de muy pocos amigos tras haber perdido la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid del vitoriano Pablo Laso, que encadena entonces su cuarto título copero consecutivo como máximo responsable del conjunto blanco. Ayer sábado, varios meses después, la cara del nuevo técnico del Baskonia era otra bien distinta. Ataviado con el chandal oficial y acompañado por Félix Fernández, team manager del club, ofreció en su puesta de largo un perfil que mezclaba cierta sensación de alivio por lo que supone regresar al circo del mejor baloncesto europeo -cabe recordar que a pesar de haber quedado campeón de Liga con Valencia estaba en el paro- con algo de tensión por hacerlo en un contexto de urgencias como el que en estos momentos se encuentra el equipo, sumido en un estado de shock depresivo no ya tanto por la catarata de malos resultados que acumula hasta la fecha en ACB y Euroliga sino, sobre todo, por la espantada de Pablo Prigioni el pasado jueves tras perder en casa ante Valencia Basket. Con todos estos ingredientes sobre la mesa y siendo consciente por cuanto lo ha sufrido del nivel de exigencia que marca Josean Querejeta en la casa, compareció Pedro Martínez ante la prensa antes de llevar a cabo en el Buesa su primer entrenamiento. “Hay una gran capacidad de mejora en el juego en equipo”, desveló a las primeras de cambio el catalán, que regresa a Vitoria 12 años después con el deseo de que su trabajo demuestre que es “mejor entrenador” que entonces. “Estoy muy satisfecho y es un orgullo volver a un club excelente con una grandísima organización y con altas expectativas deportivas”, añadió el técnico, que se mostró confiado en saber lo que tiene que hacer, un reto para el que solicitó ayuda: “Esto no lo puede hacer uno solo, por eso pido la ayuda de los jugadores, del cuerpo técnico, del club y de los aficionados” para salir adelante, argumentó sabiendo de las urgencias de tiene ahora mismo el equipo. “Necesitaré un poquito de tiempo pero espero que sea el más corto posible porque la competición no espera”.
Respecto al diagnóstico de Baskonia, el nuevo preparador anunció la necesidad de mejorar en defensa, en circulación de balón y en contraataque, variables nada accesibles para un proyecto ya comenzado como este. “Lo que nos gusta a los entrenadores es poder incidir en la formación de plantilla, poder hacer la pretemporada y no entrar en medio de la competición y menos en un momento en el cual hay una cierta ansiedad de resultados pero así están las cosas”, explicó Martínez, que se ha firmado un contrato por dos temporadas. El nuevo preparador baskonista, avalado por más de 800 partidos en la ACB -sólo por detrás de Aíto García Reneses-, espera cambiar la dinámica y poner al Baskonia donde ya ha estado porque el objetivo, citó, es competir en todas las competiciones “aspirando a lo máximo”. Para ello, al igual que hiciera Gianni de Biasi en el Alavés hace justo un mes, tratará de simplificar las cosas a la espera de conocer un poco mejor a los jugadores. “Tenemos que simplificar lo que estamos haciendo porque no voy a hacer una pretemporada en dos horas”, justificó. Por último, y sobre la efímera etapa de Prigioni en Baskonia, aseguró su colega que sería “un error” pensar que la situación actual del equipo es por la culpa de una persona, por lo que se mostró “firme partidario” de la idea “de que ganan y pierden todos”, además de apuntar que quiere “aprovechar las cosas positivas que tiene el equipo porque no se puede pensar que todo era un desastre”.
iurgi caminos se marcha Respecto a sus compañeros en el banquillo, Sergio Valdeolmillos y David Gil continuarán en el cuerpo técnico del equipo baskonista, mientras que el donostiarra Iurgi Caminos ha tomado la decisión personal de no continuar. A pesar de la baja de uno de los ayudantes que llegó con Prigioni, el club no tiene intención de cubrir ese puesto con otro entrenador.