vitoria - Tan solo ha transcurrido un partido oficial de la temporada recién iniciada y puede ser precipitado a estas alturas de la película emitir excesivos juicios de valor, pero los rectores del Baskonia ya han satisfecho el primer objetivo que siempre se proponen antes de iniciar cualquier proyecto. Pese al bajón que supuso la remontada del Barcelona en el duelo inaugural de la ACB, el grado de ilusión de la masa social es máximo. Un conjunto remozado en todas las líneas que apenas ha echado a andar despierta a las primeras de cambio vibraciones inmejorables y ese es un buen punto de partida para que el escuálido ejército que dirige Prigioni vaya asentándose a todos los niveles.
Con cuatro jugadores capitales en los esquemas de Prigioni en el dique seco (Beaubois, Garino, McRae y Shengelia), un quinto pendiente todavía de incorporarse para reforzar el famélico puesto de cuatro y, en líneas generales, una plantilla distorsionada con respecto al trabajo realizado este verano en los despachos del Buesa Arena, algo que derivó por ejemplo en que el joven del filial Rinalds Malmanis aglutinase contra todo pronóstico un buen puñado de minutos, el conjunto vitoriano acarició la épica en el Palau Blaugrana.
Exprimidos sus contados hombres sanos y huérfano de la frescura que requería un escenario tan incandescente, el Baskonia se hundió en un desenlace de pesadilla donde encajó la friolera de 31 puntos en los diez minutos finales. Fue una muerte dulce de las que no debe dejar secuelas, sino más bien corroborar que la remozada estructura azulgrana posee unos sólidos cimientos para mantenerse un año más en la cresta de la ola y optar a todo si acompaña la salud.
Mientras le duraron las fuerzas, el Baskonia exhibió unos trazos interesantes a los que debe dar continuidad. Un verano más, todo hace indicar que se ha rearmado de forma correcta pese a las sensibles bajas y que dispone de una plantilla talentosa y polivalente en la que varios jugadores pueden amoldarse a diferentes posiciones. Al margen de la imperiosa vuelta de los lesionados, todavía quedan muchas piezas por ajustar y adquirir los siempre imprescindibles automatismos. Virtudes que tan solo se adquirirán con el paso del tiempo en la centrifugadora del Buesa Arena, donde Prigioni todavía no ha podido entrenar con el grupo al completo ni una sola vez.
destacados en el palau A nivel individual, la visita a la Ciudad Condal también constató varios aspectos positivos. En la dirección, Marcelinho confirmó que todavía tiene magia en sus manos y un cerebro privilegiado para ser la prolongación del preparador argentino sobre la pista, si bien es obvio que deberá ser dosificado a sus 34 años con el fin de que llegue fresco a los momentos decisivos. Sin embargo, pocos dudan de que es un base cerebral de los que gustan en Vitoria y será el nuevo líder azulgrana. Granger, que brilló más en su faceta como director, firmó notables ráfagas anotadores. En su caso, se espera una mayor capacidad de desequilibrio en el uno contra uno y una letal mordiente ofensiva, ya sea como uno o dos. Casi todos sus puntos llegaron siempre precedidos de una volcánica penetración.
Ambos directores sudamericanos coincidieron durante muchos minutos por exigencias del guión sobre la pista, de ahí que llegasen sin oxígeno a la recta final. En este sentido, sorprendió el ostracismo del joven Vildoza, inédito en el Palau pese a que el Baskonia aterrizó muy corto de efectivos. El albiceleste, que podía haberse fogueado esta campaña fuera de Vitoria, vivirá un duro proceso de aclimatación y sus apariciones pueden llegar con cuentagotas en estos inicios.
En la cuerda exterior, Timma -el único jugador sano de los que tienen contrato garantizado- evidenció que puede ser un fichaje de impacto gracias a su enorme variedad de registros ofensivos. El letón lo tiene casi todo (físico, calidad, fuerza, rapidez...) para que la sombra de Hanga no sea muy alargada. El temporero Janning, un tipo curtido en mil batallas en la Euroliga, también apuntó en el Palau que puede ser un temporero de la máxima utilidad durante el tiempo que Beaubois y McRae permanezcan de baja.
Las mejores noticias en el juego interior llegaron, por último, procedentes de Ilimane Diop, empeñado una temporada más en erigirse en el cinco titular del Baskonia pese al fichaje de Poirier. La espigada figura del senegalés -capaz de hacer cada vez más cosas sobre una pista de baloncesto, como quedó constatado con sus acierto desde el 6,75- se echó de menos en el epílogo, tramo en el que Prigioni tomó la discutible determinación de alinear a un Voigtmann a años luz del nivel que ofreció durante los albores de la pasada temporada. Mucho deberán sudar y rendir tanto el alemán como Poirier para sacar del primer plano a un joven, a menudo, infravalorado que se resiste a ceder su espacio.