Pablo Prigioni se estrenaba anoche oficialmente como entrenador y no pudo hacerlo con una victoria pero el equipo estuvo cerca de conseguirla ante todo un adversario de la talla del Barcelona. En su comparecencia tras la contienda, el máximo responsable del banquillo azulgrana exhibió un tono reflexivo y lamentó no haber contado con esa pizca más de acierto que podría haber permitido cambiar el sino del duelo. “Fue un partido que se desarrolló más o menos como esperábamos y que tuvimos bastante controlado por momentos. A falta de cuatro o cinco minutos para el final lo teníamos donde queríamos pero nos faltó tener un poco más la cabeza para terminar de cerrarlo”, argumentó.

El técnico argentino incidió de manera especial en un par de aspectos del juego que, en su opinión, resultaron determinantes para el desenlace final. “Tuvimos demasiadas pérdidas de balón y esos errores graves acabaron por condenarnos”, apuntó. Muy relacionado con ello, el de Río Tercero realizó también autocrítica al reconocer implicitamente con sus palabras que no estuvo demasiado acertado con las rotaciones en el último cuarto. “Quizás tiramos demasiado de los bases y al final nos faltó algo de gasolina. Tengo que mejorar como entrenador y espero hacerlo cuanto antes”, reseñó.

Cuestionado por la actuación de los colegiados, que expulsaron a Delfino tras señalarle una antideportiva y una técnica, el argentino se mostró comprensivo. “No perdimos por eso aunque es verdad que desde mi perspectiva no me pareció que fuera antideportiva pero es una regla con truco. Fueron decisiones complicadas para los árbitros y lo que sí es verdad es que nos desestabilizaron un poco”.

Por último, Prigioni quiso trasladar un mensaje positivo tras este debut liguero pese a que supusiera la primera derrota de la temporada. “Veo al equipo con mucho potencial independientemente de que nos falten jugadores”.