vitoria - El Baskonia y los restantes clubes ACB que participan en la Euroliga han visto definitivamente satisfecha una de sus grandes reivindicaciones de los últimos tiempos. Y es que la paulatina reducción de equipos en el torneo doméstico, un permanente foco de tensión entre los asociados de la patronal, verá por fin la luz. Eso sí, no será de manera inmediata, sino gradual para no dañar a corto plazo los intereses de los más modestos.
Sin embargo, ya es una realidad que durante las próximas temporadas el calendario se verá aligerado después de que los 18 clubes acordaran en la Asamblea de ayer un compromiso de estabilidad para los próximos siete años. Dicha entente incluyó como punto más importante la transición futura de la competición hacia 16 equipos.
Tras unas semanas tensas en las que los participantes en la Euroliga amenazaron incluso con abandonar la ACB -este verano se produjo una reunión en Barcelona que puso en alerta a todo el mundo- y crear una competición paralela, finalmente todas las partes han alcanzado el consenso que pondrá fin al revuelo originado. Esta temporada serán inamovibles los 18 equipos tras la readmisión del Real Betis decidida a finales de julio por un Juzgado de Primera Instancia de Barcelona. Cuando todo hacía indicar que serían 17 los equipos que echarían a rodar esta semana, el recurso del club andaluz fue aceptado y la ACB se vio obligada a modificar el calendario con la inclusión de un histórico.
Los cambios llegarán a partir del próximo verano. En concreto, habrá dos descensos y un ascenso en las temporadas 2017-18 y 2018-19, alcanzando la cifra de 16 clubes participantes en 2019. Desde la campaña 2019-20 en adelante, se producirá un ascenso y un descenso. Es decir, el próximo curso se disputarán dos partidos menos dado que habrá un número impar de conjuntos (17), pero no será hasta dentro de dos años cuando se cumplan los verdaderos deseos de, entre otros, el Baskonia, descontándose cuatro encuentros al actual frenético calendario.
La paulatina reducción de equipos se había convertido en una obsesión para los rectores de los grandes de la ACB, especialmente desde el cambio de formato implantado por la Euroliga que supone la celebración de una maratoniana fase regular de 30 partidos. Este hecho ha dado pie, por ejemplo, a que el Baskonia tuviera que disputar el pasado curso hasta tres partidos a la semana con el consiguiente desgaste físico y mental para la plantilla. Casualidades o no, el título liguero fue conquistado por el Valencia Basket, un equipo sin la exigencia de la máxima competición continental y que llegó a la recta final mucho más fresco que el propio Baskonia, el Barcelona y el Madrid.
Los clubes también acordaron ayer continuar con un presupuesto mínimo revisable cada temporada y mantener los criterios actuales de reparto económico.