Gran Canaria 63
Valencia69
GRAN CANARIA Mekel (4), Báez (6), Pasecniks (2), DJ Seeley (-) y McKissic (5), equipo inicial, Fischer (3), Aguilar (9), Rabaseda (-), Paulí (10), Balvin (6), Oliver (5) y Eriksson (13).
VALENCIA Green (13), Vives (5), Sastre (4), Thomas (-) y Pleiss (6), cinco inicial, Diot (7), Dubljevic (16), San Emeterio (18), Doornekamp (-) y Martínez (-).
Parciales 13-13, 19-10, 14-25, 17-21.
Árbitros Emilio Pérez Pizarro, Carlos Peruga y Carlos Cortés. Sin eliminados.
Pabellón 9.478 espectadores acudieron hoy al Gran Canaria Arena.
Las Palmas de Gran Canaria - El Valencia Basket cerró ayer un 2017 de ensueño al ganar su primera Supercopa Endesa en el feudo del Herbalife Gran Canaria por 63-69, en la que ha sido su cuarta final consecutiva después de las de la Copa del Rey, Eurocup y Liga Endesa en la pasada temporada. El conjunto valenciano ha protagonizado esta nueva gesta en una competición en la que no participaba desde hacía tres ediciones y, con su triunfo, ha alargado la maldición de todos los anfitriones de la Supercopa que, como en esta ocasión le ha ocurrido al ‘Granca’, siguen sin hacer valer los factores cancha y afición.
Los precedentes no invitaban al optimismo isleño, pues este choque se había vivido en 50 ocasiones en la Liga Endesa y el balance era muy favorable a los levantinos (34-16), que también ganaron tres de los cuatro partidos jugados ante el “Granca” en la Copa del Rey. La igualdad caracterizó el comienzo del choque, en una fase de estudio en el que los anfitriones apostaron de inicio por el base israelí Mekel y el Valencia por Sastre.
Un triple de Guillem Vives devolvió el dominio al Valencia con un mínimo 6-7, pero el ‘Granca’ espoleado por su afición respondió con un parcial 5-0 -canasta de dos de Eulis Báez y triple de Oriol Paulí- para disponer de la primera renta significativa, fruto de una gran defensa que ahogaba las posesiones del rival (11-7).
La inspiración de Fernando San Emeterio, con dos aciertos seguidos, y una canasta contra tablero de Antoine Diot igualaron el cuarto en los últimos segundos, en los que el Herbalife perdió su concentración ofensiva (13-13). En la segunda manga, cuatro minutos de gran baloncesto del conjunto amarillo sirvieron para abrir una nueva brecha en el marcador, con dos canastas, triples incluidos, de Paulí y del veterano Albert Oliver para un significativo 23-15, a los 14 minutos. Con un ‘Granca” lanzado, el partido se convirtió en casi un monólogo amarillo, con lanzamientos para todos los gustos y una defensa que asfixiaba la inspiración de todo un campeón de Liga. Con todo en contra, marcador, ambiente y dinámica de juego, los pupilos de Txus Vidorreta apretaron dientes para meterse en el partido antes del descanso con un tiro de Dubljevic y dos aciertos de Diot, que frenaron de raíz el vendaval de los isleños. - Efe