Vitoria - Dice la sabiduría popular que la alegría dura poco en casa del pobre y el Baskonia lo está experimentando en carne propia. Si el miércoles recibía la buena noticia de que Beaubois por fin podía abandonar el trabajo en solitario y comenzar a ejercitarse junto a sus compañeros, ayer llegó el contrapunto negativo con Patricio Garino como protagonista. El jugador argentino deberá permanecer un mes en el dique seco como consecuencia de una rotura muscular en el recto femoral del cuádriceps de su pierna izquierda.
Una lesión que según la información oficial facilitada por el club tiene su origen en el tiempo que el nuevo alero azulgrana pasó con su selección. En concreto, el pasado tres de agosto, durante el periodo de preparación de la Americup. Entonces, el problema muscular no pareció tener especial relevancia y, de hecho, Garino pudo participar con normalidad en el torneo en el que el combinado albiceleste conquistó la medalla de plata, siendo además uno de los destacados del equipo.
Sin embargo, al reanudar el trabajo de pretemporada con el Baskonia tras unos días en Italia realizando gestiones para conseguir el pasaporte transalpino, las molestias se han “reagudizado”, derivando en un periodo de convalecencia de cuatro semanas.
El propio baloncestista argentino lo confirmó ayer durante la jornada de puertas abiertas del Baskonia. “Los doctores me han examinado y han tomado esta decisión para preservar mi salud a futuro y que no haya más problemas”, explicó. La baja de Garino vuelve a situar al Baskonia en la tesitura de tener que decidir si busca un recambio temporal u opta por jugar con una pieza menos. En la primera de las hipótesis, el también argentino Carlos Delfino, que está trabajando con el grupo desde hace semanas, podría ser una solución. - T.S.