Vitoria - El Baskonia dio ayer un nuevo pase en la confección de una plantilla que tiene ya prácticamente cerrada con el anuncio de la contratación para las tres próximas temporadas de Patricio Garino (1,98 metros y 24 años. El potente alero argentino, formado en estados Unidos durante su etapa en el instituto y en la universidad (George Washington Colonials) y con una breve experiencia en la NBA la pasada temporada vistiendo la camiseta de los Orlando Magic -43 minutos repartidos entre cinco partidos-, llega a Vitoria para fortalecer la línea exterior con su poderío físico y unas facultades técnicas que ha mejorado notablemente en los últimos meses que ha pasado mayoritariamente en la liga de desarrollo de la NBA, en la que militaba en el equipo vinculado a San Antonio, los Austin Spurs con los que firmó medias de 11,2 puntos, 3,4 rebotes, 2 asistencias y 1,5 recuperaciones.
La contratación de Pato, en la que la mano e influencia de Pablo Prigioni vuelve a ser de nuevo cuestión fundamental, llevaba activada desde hace un mes, con un acuerdo total entre las partes que no acababa de materializarse por la necesidad del jugador de conseguir el pasaporte italiano para no ocupar plaza de extracomunitario. En principio, se pensaba que ese proceso iba a ir para largo y el jugador no quería mantenerse inactivo mientras se culminaba el proceso, pero finalmente parece que la documentación estará lista en breve y, ya como ítalo-argentino, no tendría problemas para comenzar la nueva temporada en la Liga ACB a finales de mes sin necesidad de que el club gastase en su figura la segunda plaza de extranjero que tiene libre y que está destinada a la llegada de un ala-pívot.
Garino llega al Baskonia para aportar consistencia a una línea exterior plagada de talento en las figuras de Jordan McRae, Rodrigue Beaubois y Janis Timma. El argentino, que se puede complementar con estos jugadores y alternar las posiciones de escolta y alero dependiendo de quién sea su acompañante sobre el parqué, tiene capacidad para sumar en ataque ya sea, principalmente, a través de las penetraciones, en el juego a campo abierto o de un efectivo lanzamiento desde la línea de tres (la pasada campaña firmó un 43% de acierto), sobre todo cuando tiene los pies bien posicionados.
Pero, más que en sus virtudes ofensivas, la importancia de su fichaje viene marcada también por la necesidad de contar con jugadores que sean capaces de sumar en el plano defensivo. En este sentido, el argentino se perfila como una pieza muy importante, ya que cuenta con físico, movilidad y buenos recursos técnicos para defender con soltura a exteriores de todo tipo. Y, además de todo esto, se trata de un jugador que pone en su juego una intensidad elevadísima que viene a entroncar con ese reconocido carácter de la mayoría de los argentinos que han pasado por Vitoria. Un jugador con capacidad para aportar en aspectos muy diferentes, bastantes de ellos de los que se suelen denominar como trabajo oscuro, tan poco reconocido y a la vez tan importante.
Con la llegada de Garino, el club necesita para cerrar su plantilla un ala-pívot que sigue buscando en el mercado estadounidense -hay varios jugadores en cartera, pero de momento se trata el tema con paciencia- y también un jugador de formación nacional -seguramente un veterano que aporte experiencia y no requiera de sumar minutos- que sirva para completar el cupo de cuatro obligatorio en la ACB. - DNA