Vitoria - La forma de trabajar de Prigioni es una de las nuevas identidades que se atisban en este Baskonia. Ayer, el técnico explicó en qué consiste su método, que bebe principalmente del estilo imperante en la NBA, muy del gusto del preparador azulgrana, como ya ha indicado en otras ocasiones. No obstante, aseguró que su receta no tiene nada de extraña y que algunos clubes europeos ya la están implementando. “Simplemente consiste en concentrar los dos entrenamientos diarios en una sesión larga. La idea es unificar el trabajo en una sesión que empieza desde el desayuno y acaba al mediodía, con los jugadores yéndose a comer a casa, a eso de las tres de la tarde”, explicó.

Otra de las características es dividir de forma equitativa aquellos entrenamientos que impliquen más carga física para los jugadores. “Si lo normal es hacer una sesión de preparación física conjunta de una hora a la semana, lo que nosotros estamos haciendo es que se haga una sesión física todos los días, pero de veinte minutos”, añadió. Esto favorece a cada jugador de una manera en particular, según el argentino: “Cada cuerpo tiene sus deficiencias. Lo que queremos es hacer un traje físico a la medida de cada jugador, para que cada uno trabaje sus carencias de forma individual”. La misma premisa se repite en el caso de trabajar otros aspectos del baloncesto, como el lanzamiento a canasta: “Introducimos una sesión de técnica individual con las situaciones y tiros de cada posición; un base no lanza los mismos tiros que un pívot. Una vez que acaba la sesión, que cada uno haga sus lanzamientos personales en una de las ocho canastas que tenemos”. Para ello entrenan en la pista del Bakh, mucho mejor que el Buesa para el método que está implantando Prigioni. Uno de los jugadores que más está agradeciendo esta rutina es Jordan McRae. El de Río Tercero ensalzó la actitud del estadounidense, que se muestra “muy contento”.

Además de acabar con la tradicional rutina de entrenamientos a la mañana y a la tarde, Prigioni también focaliza su primera etapa en los banquillos en que cada jugador mejore de forma individual, para que luego esa progresión se traduzca en el juego colectivo. “Para mí lo importante es ayudar al jugador a que crezca de forma individual, y que colectivamente ellos jueguen al nivel más alto. En eso me voy a centrar”, sentenció. - A. Mateos