vitoria - Tras lo que parecía ya una eternidad, el Baskonia oficializó ayer la firma de Jayson Granger. Al fin, el fornido base y el club anunciaron su matrimonio para las próximas tres temporadas, tras todo un verano de elucubraciones. No obstante, lo ha hecho incluso antes de lo que parecía previsto. Porque lo esperado era que tuviera que atenerse primero al derecho de tanteo, confiar en que el Unicaja -poseedor de sus derechos- no igualara y entonces anunciar su firma. En lugar de ello, el Baskonia ha dado al club andaluz una compensación económica para hacerse directamente con los servicios del cotizado base uruguayo, según ha podido saber este periódico.
El Baskonia ya había pensado en Granger para sus planes en otras temporadas, pero ha sido ahora, a sus 28 años, cuando el charrúa ha desembarcado finalmente en Vitoria, con intención de quedarse. Una relación entre entidad y jugador que ha tenido sus idas y venidas, con terceras personas implicadas.
Como ya se anunció en este medio, el club vitoriano ya tenía apalabrado el acuerdo con el uruguayo, de dos temporadas con opción a una tercera, desde principios de verano. Un contrato que se aplazó en oficializarse debido al interés del base por hacerse un hueco en la NBA. Incluso viajó a Estados Unidos para entrenar con diferentes franquicias. Sin embargo, la puerta de la liga norteamericana parece, de momento, cerrada para él, pues no ha encontrado acomodo.
El otro activo que quedaba por entrar en escena era el Unicaja. Un escollo que Josean Querejeta ha decidido evitar por la vía rápida y mediante una suma de dinero no demasiado elevada. Algo que supone un alivio para los intereses y afición baskonistas, que ya han tenido suficiente con el polémico derecho de tanteo en los enrevesados y duraderos casos de Larkin y Hanga.
Así es como Granger logra por fin formar parte de la disciplina azulgrana, tras estar dos temporadas en el Anadolu Efes, la última bajo la batuta de Velimir Perasovic. A los mandos del técnico exbaskonista, Granger jugó gran cantidad de minutos en el puesto de escolta, con Thomas Heurtel, ahora jugador del Barcelona, en la dirección. Una fórmula que probablemente quiera reproducir Prigioni en el Buesa Arena, con Marcelinho Huertas al uno y Granger al dos. Otra opción es que el uruguayo comparta minutos y labores con Rodrigue Beaubois. El francés es un jugador con muchos minutos ejerciendo de director en su carrera, pese a que el año pasado Sito Alonso lo utilizara exclusivamente como un escolta ejecutor.
De cualquier manera, Jayson Granger llega a Vitoria con previsiones de resultar referencial en los esquemas de Pablo Prigioni, dada su versatilidad y su inteligencia en pista, muy de los gustos del técnico argentino. Su contrato de tres temporadas denota una vez más las ansias de continuidad en el club de Zurbano, que ya renovó a Shengelia y fichó a Poirier bajo el mismo acuerdo en cuanto a temporalidad.
Con el fichaje de Granger, el Baskonia soluciona uno de los principales problemas de cada verano en la confección de sus plantillas, ya que el uruguayo cuenta como cupo y se une a Sedekerskis, Shengelia y Diop para cubrir con el mínimo que exige la ACB.