vitoria - El Baskonia ya soñaba con tener la temporada que viene una de las duplas más mortíferas de la Euroliga, formada por Shane Larkin y Jayson Granger. Todo apunta a que el segundo acabará desembarcando en el Buesa Arena más pronto que tarde, pero el primero pondrá finalmente rumbo a los Boston Celtics, tras confirmarlo él mismo en su cuenta de Instagram. Asumiendo que Granger acabará en Vitoria, esto deja al cuadro alavés con el uruguayo y con Vildoza en la dirección. Esto obliga a Josean Querejeta a revolver de nuevo el mercado en busca de otro experimento que salga tan bien como los anteriores; se llamaran Larkin, Adams o James. Lo que parece claro es que el punto de partida para dicha reestructuración volverá a ser Estados Unidos, cuna de exteriores frenéticos y talentosos, opuestos a lo que se posee a día de hoy en Zurbano.
Con Granger ya se posee un uno robusto y cerebral, pero también hábil con el balón. Además el charrúa jugará muchos minutos de escolta si se consigue otro base de primer nivel. Pero no es el tipo de exterior capaz de desequilibrar defensas con acciones individuales, más típicas de portentos físicos.
Por su parte, Luca Vildoza rindió de forma extraordinaria en Argentina, pero su nula experiencia en Europa y su juventud -21 años-, no ofrecen garantías como para que el Baskonia confíe en él desde el principio, y partirá seguramente de tercer uno en los planes iniciales.
Al timón de Prigioni le faltaría una director como Larkin, capaz de generar juego por sí solo y de llevar el peso anotador del equipo en sus manos. Lo que es un base de corte moderno, un playmaker en lenguaje anglosajón. Un perfil que, seguramente, el Baskonia ya esté buscando en el siempre abundante mercado americano.
Un mercado en constante movimiento donde las contrataciones y los cortes continuos están a la orden del día. Aunque la mayoría de agentes libres cotizados ya estén firmados, las franquicias NBA no se detienen y la mayoría de ellas buscan perfeccionar su plantilla hasta el último hombre. Por ello, el Baskonia, como en otros veranos, deberá ser paciente si está decidido a pescar en las aguas revueltas de la NBA. Sin ir más lejos, el fichaje de Larkin llegó a finales del pasado agosto, cuando algunos ya vislumbraban a Beaubois como el base titular.
Será realmente difícil traer a alguien que cause el mismo impacto que el pequeño base de Ohio, pero Larkin posee un perfil que no es nada extraño de encontrar en las profundidades del mercado NBA. Otra cosa es que rindan de igual manera que el cero del Baskonia.
La búsqueda de dicho perfil podría prolongarse incluso hasta prácticamente el inicio de la ACB, puesto que los training camps de la liga estadounidense comienzan a mediados de septiembre, y su temporada regular no lo hará hasta el 17 de octubre.
Si en Zurbano no quieren correr tantos riesgos con la espera, siempre pueden bucear por el mercado europeo y traer algún base norteamericano que ya posea experiencia en Europa, lo que añade un plus de garantías a la operación. No todos los estadounidenses logran adaptarse a las notables diferencias competitivas del Viejo Continente. El Baskonia ya sorprendió a todos trayendo a dos americanos desconocidos como Darius Adams y Mike James, con experiencia en Europa en ligas menores.
El desenlace del culebrón Larkin ha abierto aún más el ya de por sí complicado rompecabezas baskonista para este verano. En Zurbano deberán encontrar una pieza que sustituya a uno de los jugadores más determinantes que han pasado por el Buesa en los últimos tiempos, lo que no será tarea fácil. Parece, eso sí, que la pieza que lo reemplace volverá a ser de procedencia norteamericana.