vitoria - El Baskonia pretende resolver de un plumazo los graves problemas que todos los veranos sufre a la hora de encontrar cupos de calidad en el mercado. Amarrada la renovación de Shengelia, el club vitoriano mantiene en estos momentos negociaciones avanzadas con otro jugador con dicha vitola que ha militado las dos últimas temporadas en el Anadolu Efes. Se trata de Jayson Granger, un fornido base-escolta con amplia experiencia en el torneo doméstico pero en cuyo fichaje puede interponerse otro conjunto de la ACB que todavía conserva sus derechos en España.

El Unicaja, último club en el que militó el charrúa a nivel estatal antes de verse tentado por una millonaria oferta turca, siempre tendrá la última palabra a la hora de que el exterior pase a integrar la plantilla de cualquier otro equipo español. Quien quiera hacerse con sus servicios, en este caso el Baskonia, es consciente de que deberá negociar con la entidad costasoleña la renuncia a esos derechos adquiridos mediante una contraprestación económica a los malagueños. En caso contrario, el único camino para concretar el fichaje residirá en depositar una oferta formal en la ACB y confiar en que el Unicaja no iguale los altos números que se ofrezcan desde Vitoria.

Pues bien, el órdago ya está encima de la mesa de Josean Querejeta tras las palabras que pronunció ayer el máximo dirigente de los andaluces. “Nosotros le hicimos en su día una oferta importante para que no se fuera a Estambul. De hecho, teníamos un acuerdo verbal con sus agentes que rompieron a las 48 horas. Todavía estamos detrás del jugador y hemos hablado para que vuelva a Málaga. Seguimos interesados y seguramente acudiremos al tanteo. Las relaciones con el Baskonia son extraordinarias y habría que hablar”, reconoció Eduardo García en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

En cualquier caso, se trata de una actitud lógica por parte de un club que desea adoptar una postura de fuerza con el fin de obtener algún dividendo por un jugador que, en principio, no entra en su planificación para la próxima campaña. Tras el esfuerzo realizado para retener a Nemanja Nedovic y Jeff Brooks, las arcas del Unicaja no se encuentran ahora mismo para excesivos dispendios. Las palabras de García suponen una especie de brindis al sol, ya que la hipotética llegada de Granger escapa a los parámetros económicos en los que puede moverse. Además, el gran objetivo de los verdes para reforzar la dirección es el francés Leo Westermann, base que milita en el Zalgiris y con el que ya hay negociaciones en marcha.

Tras los precedentes vividos con Kim Tillie o Víctor Claver, por el que se negó en rotundo a abonar una indemnización al Valencia Basket antes de ver frustrado su objeto de deseo, por todos es sabido que el Baskonia no acostumbra a compensar a sus rivales directos por jugadores sometidos a derecho a tanteo. Con Granger no tiene visos de realizar una excepción. Básicamente debido a los elevados números de su oferta a un exterior cuya cotización ha estado por las nubes en Turquía. De hecho, sus honorarios en el Efes se han aproximado al millón de euros anuales netos.

Con un físico espectacular, Granger (27 años y 1,89 metros) comenzó a labrarse un nombre en el Estudiantes antes de recalar en el Martín Carpena, donde cuajó dos notables temporadas que le han permitido hacerse de oro a orillas del Bósforo. Esta temporada ha promediado 9,7 puntos y 3,9 asistencias a las órdenes de Perasovic dejando constancia de su verticalidad ante el aro rival y sus buenos fundamentos ofensivos. Sin ser un tirador consistente desde el 6,75, uno de sus puntos fuertes es la fortaleza en las penetraciones y la capacidad para salir en transición.