vitoria - El gafe con las lesiones vuelve a azotar al Baskonia en el peor momento posible. Chase Budinger, una pieza capital del engranaje en manos de Sito Alonso y cuyo rendimiento estaba describiendo una línea ascendente desde su desembarco en el club vitoriano, no volverá a vestir más la elástica azulgrana al menos en lo que resta de campaña. Los peores presagios respecto a su lesión de cadera se han confirmado después de que las pruebas revelaran la existencia de sendas roturas en el recto abdominal izquierdo y en el tendón del músculo abductor que le mantendrán en el dique seco alrededor de un mes.

Demasiado tiempo como para poder aportar su granito de arena en las series finales por el título, cuyo pistoletazo de salida tendrá lugar el día 20 ó 21 de este mes ante un rival aún por determinar. Se trata de un parte médico que constituye un auténtico jarro de agua fría para las aspiraciones alavesas y obliga a la dirección deportiva azulgrana a rastrear el mercado con celeridad en busca del mejor recambio posible. El único consuelo es que, al tratarse Budinger de uno de los dos extracomunitarios de Sito Alonso junto a Larkin, el Baskonia podrá acceder a cualquier mercado para subsanar la ausencia de un jugador básico de la cuerda exterior.

La preocupación en la entidad del Buesa Arena era creciente desde la semana pasada cuando el californiano sufrió las molestias en un entrenamiento. Las primeras alarmas se encendieron con su ausencia en la expedición azulgrana hacia Santa Cruz de Tenerife y que la lesión no pintaba bien quedó corroborado el pasado domingo cuando tampoco pudo vestirse de corto ante el Unicaja en otra decisiva jornada liguera.

Budinger sufre finalmente una lesión muscular lo suficientemente grave como para ser tachado de la lista de baloncestistas que el Baskonia inscribirá para afrontar las series finales por el título. La tarea de encontrarle un sustituto no resultará sencilla pese a que algunas ligas europeas están finalizando o que incluso podría recalar en el Buesa Arena cualquier exterior estadounidense sin contrato en vigor que haya finalizado su andadura en la NBA o, en su defecto, compita en la Liga de Desarrollo.

La necesidad de acudir al mercado se halla fuera de toda duda ante la terca evidencia de que Tadas Sedekerskis, el otro tres puro de que dispone Sito para oxigenar a Hanga y sin apenas minutos durante los meses anteriores, todavía está demasiado verde para las ásperas batallas que aguardarán a los vitorianos en próximas fechas. También cabría la opción de no incorporar a nadie en lugar de Budinger y optar por un pívot eminentemente físico que complemente a Voigtmann e Ilimane, aunque esta hipótesis parece algo descabellada.

de menos a más El californiano recaló a finales de octubre del año pasado en Vitoria avalado por una dilatada trayectoria en la NBA. Si bien se presentó con las credenciales de un consumado triplista habida cuenta de los buenos porcentajes conseguidos con diferentes franquicias, pronto quedó de manifiesto que el tiro exterior no era su fuerte con una mecánica de lo más extraña. Hasta que completó su laborioso proceso de acoplamiento, le costó un mundo brindar un rendimiento satisfactorio al Baskonia y las dudas fueron in crescendo respecto a su valía.

Con el paso del tiempo, el rendimiento de Budinger había subido como la espuma. Sus intangibles, su trabajo silencioso pero siempre eficaz y su imponente presencia física en el perímetro acentuaron su importancia en los esquemas del cuerpo técnico. Sin ser descollantes, sus números dejaban entrever su paulatino crecimiento (7,5 puntos y 5 rebotes en 20 minutos de media en la ACB y 6,8 tantos y 3,8 rechaces en prácticamente el mismo tiempo sobre la cancha en la Euroliga). Un jugador que había asumido sin problemas un rol de lo más ingrato y que, sin llevar puesto el cartel de estrella rutilante, estaba resultando de una gran ayuda a un Baskonia que deberá encontrar ahora una solución de urgencia a un problema imprevisto.