vitoria - Para muchos, Johannes Voigtmann era un desconocido cuando la secretaría técnica azulgrana le descubrió en las filas del humilde equipo alemán del Skyliners Frankfurt. Desde su llegada a Vitoria, este espigado pívot de 24 años y 2,11 ha debido multiplicarse para sostener los débiles cimientos del juego interior azulgrana. Con Bargnani desaparecido en combate y años luz de que lo que se esperaba el pasado verano, el alemán está protagonizando una temporada con ciertos altibajos. Eso sí, la creencia generalizada es que su apuesta para los tres próximos años ha sido un éxito. Con un contrato hasta junio de 2019, Voigtmann está predestinado a dejar mucho dinero en las arcas del Baskonia a poco que pula ciertas carencias defensivas y se prodigue con más ahínco en el juego de espaldas al aro. Por lo demás, tiene presencia física, grandes dosis de talento para anotar, buena mano desde el perímetro, corre bien el contragolpe... Un poste que, por circunstancias del guión, sale casi siempre como titular y disputa los minutos calientes de los partidos.

Es la primera Copa del Rey en la que va a participar. ¿Qué le han contado en el vestuario de este torneo?

He escuchado muchas cosas bonitas. Mi agente estuvo el año pasado presenciándolo en directo y también me ha hablado maravillas. La atmósfera es magnífica. Que los ocho equipos estén juntos en un mismo sitio es un sentimiento especial. Los compañeros que ya la han disputado me han dicho que las ganas de competir son increíbles en los días previos. Los mejores jugadores que compiten en España están aquí y, por eso, es un torneo con un gran encanto. Creo que el hecho de que nosotros seamos los anfitriones lo hace si cabe más especial.

Aquí no hay margen de error ni se puede especular.

Sí, los torneos del KO son así. Si tienes un día malo, te vas a casa. Debemos competir al más alto nivel durante los tres días. Es una competición exigente y complicada para todos porque tampoco hay mucho descanso entre los partidos.

Jugar en casa debería ser una ventaja para el Baskonia, pero también puede jugarle una mala pasada si no se asimila bien la presión de jugar delante de la afición. Hace quince años que no la gana el equipo organizador. ¿Qué prefiere?

Para mí, es ideal que se celebre en el Buesa Arena. Normalmente somos un equipo solvente y bastante bueno en casa. En la primera parte de la temporada nos hicimos fuertes, aunque es cierto que no estamos consiguiendo ser tan sólidos en los últimos partidos. Sin embargo, tengo claro que jugar con el apoyo de nuestros aficionados siempre es una ventaja. Si no superamos la primera eliminatoria, sería algo muy duro para ellos.

El primer rival era, en teoría, el deseado por todos para el cruce de cuartos. ¿Qué le sugiere este sorprendente Iberostar?

Ellos están haciendo una gran temporada y sinceramente nadie esperaba que lo hicieran tan bien. Nos ganaron en casa y debemos aprender esa lección. Disponen de jugadores de calidad y con experiencia para afrontar estos partidos. La mezcla entre juventud y veteranía es muy interesante. Además, su entrenador tiene fama de preparar muy bien los partidos ante nosotros. Será un encuentro duro, pero hemos demostrado en el pasado que podemos ganar a cualquiera en nuestra casa. No hay ningún tipo de presión, simplemente debemos ganar.

La pregunta está en la calle desde hace tiempo. ¿Por qué ha dejado el Baskonia de ser un equipo reconocible?

Es complicado decirlo, pero creo que hemos perdido un poco nuestro ritmo ideal. Teníamos un buen ritmo y estábamos acostumbrados a hacer un juego rápido en la primera parte de la temporada. Todo el mundo sabe que contamos con grandes especialistas para el contragolpe. Quizás ahora estamos en un momento de dudas o la confianza en nuestras posibilidades se ha perdido un poco. Posiblemente no estemos en nuestro mejor estado anímico en este tramo de la temporada, pero debemos encontrar otra vez el camino correcto y concentrarnos en la consecución de nuestros objetivos. No importa lo bueno que seas o como estés, sino hacer lo que nos toca: volver a ganar.

¿Confiados entonces en revertir esta situación pese a que nadie les concede la vitola de favoritos?

Es verdad que ahora estamos pasando por un mal momento, pero si analizamos la temporada de forma global creo que estamos haciendo un trabajo bastante bueno. Estamos contentos con lo hecho, pero queremos mucho más. Pese a la mala racha de los últimos partidos, mantenemos todavía en una posición ideal en la Euroliga. Existe el convencimiento de que vamos a volver alcanzar el nivel de meses atrás.

En este momento de dudas, ¿qué mensaje lanza a los aficionados que desconfían de las posibilidades del Baskonia?

Que vamos a pelear al máximo y jugaremos lo más duro posible en esta Copa. Si ellos crean una atmósfera difícil para nuestros rivales, nos beneficiará y será algo más fácil el ir pasando rondas.

Nadie sabe a ciencia cierta qué sucede con Bargnani, que no está jugando ni de lejos al nivel que se esperaba. Usted que comparte posición en la cancha, ¿cómo ve al poste italiano?

Ha pasado por momentos duros cuando se ha lesionado tantas veces en diferentes tramos de la temporada. Entonces, se le está haciendo duro volver y encontrar su ritmo. Ha tenido buenas actuaciones y nos ha ayudado a ganar varios partidos. Él es el primero que quiere jugar mejor. Todo el mundo está esperando grandes cosas de él. Quizás carece de la confianza imprescindible que necesita un jugador, pero es un ganador. En cualquier situación y en cualquier partido, nadie duda de que es uno de los mejores jugadores de Europa. Creo que nos terminará ayudando. Todava esperamos lo mejor por su parte.

Dada la escasa pegada de Bargnani en la zona, ¿no están asumiendo Ilimane y usted una responsabilidad que no les correspondía?

La verdad es que no esperaba tener este rol tan importante en este primer año cuando fiché por el Baskonia, pero el entrenador confía en mí. Tanto Ilimane como yo estamos asumiendo una protagonismo muy importante y eso es positivo para nosotros dada nuestra juventud. Por un lado, supone algo difícil, pero por otro un aliciente para seguir mejorando y también es lo que quiere cualquier jugador. Vine a Vitoria para jugar muchos minutos, no para estar sentado en el banquillo. Me encuentro bastante bien y, como he dicho antes, el entrenador confía en mis cualidades. Espero seguir ayudando al equipo de la misma manera que he hecho hasta ahora.

¿Dónde estima que debe mejorar para convertirse en un baloncestista más completo?

Básicamente en el aspecto reboteador. Necesito dar un paso adelante en esta faceta y no permitir que el oponente me supere.

Muchos ojeadores de la NBA estarán pendientes de sus evoluciones a partir de mañana. ¿Le quita el sueño dar el salto algún día a la mejor liga del mundo?

Ahora mismo no estoy pensando en el futuro. Soy un jugador que quiere vivir el presente. Tengo confianza en mis posibilidades y soy consciente de que si subo mi nivel quizá podré jugar algún día allí. No quiero descentrarme con nada y no soy alguien que piense tan a largo plazo. Si juego en el Baskonia, juego en el Baskonia. Que me vayan a ver los scouts no es algo que me coloque una presión añadida ni me va a afectar. Lo primero de todo es conseguir un buen resultado en esta Copa del Rey y, cuando acabe la temporada, habrá tiempo para valorar mi futuro junto al club.