vitoria - Si hace un par de semanas Causeur recibió una cálida ovación por parte de la grada ataviado con la camiseta del Brose Baskets, esta noche también deberían ser agasajados otros dos jugadores con pasado azulgrana que militan actualmente en el Galatasaray. Uno, Vladimir Micov, disfrutó de forma efímera de una taquilla en el Buesa Arena a finales de 2009. El otro, Tibor Pleiss, fue de las pocas notas rescatables del Baskonia entre 2012 y 2014, una de las etapas más negras del club en la que los resultados no pudieron resultar más decepcionantes.

El poste alemán, de 27 años, ha recalado este verano en el vigente campeón de la Eurocup tras vivir los dos años más oscuros de su carrera deportiva. A orillas del Bósforo, busca recuperar el esplendor extraviado y pasear otra vez la vitola de poste dominante que exhibió durante muchos partidos con la elástica alavesa. Al término del ejercicio 2013-14, todo hacía indicar que Pleiss daría con sus huesos en los Thunder de Oklahoma, la franquicia que por entonces ostentaba sus derechos en la NBA pero no le pudo hacer hueco ante la saturación de hombres altos en su roster. Contra todo pronóstico, se cruzó en su camino el Barcelona para posponer el salto a la mejor liga del mundo.

En un momento donde las finanzas azulgranas vivían un momento crítico, Josean Querejeta accedió a traspasarle a cambio de 650.000 euros y de paso liberaba una de las fichas más onerosas de la plantilla. Fue una operación redonda para el Baskonia, afortunado por asistir a la mejor versión de un pívot que en la Ciudad Condal naufragó con estrépito a las órdenes de Xavi Pascual. De corte muy parecido a Ante Tomic, ningún entendido en la materia comprendió cómo Joan Creus no optó para el Barcelona por un jugador con un perfil distinto al del teutón.

Si con la zamarra blaugrana dejó los primeros síntomas de su involución en la pintura, el corto periplo en la NBA tampoco permitió su rehabilitación como interior de altos vuelos. En verano de 2015 recaló en los Jazz, pero su liviano cuerpo y escasa complexión física le invalidaron para erigirse en un referente de la zona mormona. Apenas 12 partidos duró su aventura en la élite en Estados Unidos, donde fue rebajado a jugar en los Idaho Stampede de la Liga de Desarrollo.

Pese al interés de los Brooklyn Nets, que le habían invitado a su training camp, y después de que los Sixers renunciaran a hacer efectivo su año de contrato, Pleiss optó hace meses por retornar al Viejo Continente en busca de la gloria perdida. El Galatasaray, necesitado de un gigante que impusiese respeto bajo los aros tras la retirada de Nenad Krstic, le ha reclutado con un contrato galáctico que, según apuntan diversos medios, se encuentra próximo al 1,2 millones de dólares.

Sus inicios a las órdenes de Ergin Ataman, un técnico de lo más particular que acostumbra a poner en práctica rotaciones muy controvertidas -prueba de ello es que en el último encuentro ante el Barcelona no actuaron ni un segundo los estadounidenses Thompson y Dentmon, no fueron para nada sencillos. De hecho, Pleiss se erigió en una figura casi testimonial del pésimo arranque del Galatasaray, derrotado en sus cinco primeros duelos de la Euroliga. Sin embargo, su suerte ha cambiado a raíz del choque ante el Darussafaka que le encumbró como MVP de la octava jornada gracias a sus 22 puntos y 8 rebotes.