Vitoria - Al margen del doble duelo greco-español, la jornada de ayer deparaba un duelo de lo más interesante en Estambul entre el Darussafaka, alternativa al poder establecido en esta Euroliga, y el imbatido CSKA. Pues bien, saltó la sorpresa y ya no quedan conjuntos invictos. El vigente campeón continental evidenció que es humano al sucumbir (91-83) en la cancha del adinerado cuadro turco, que compite en la máxima competición gracias a una wild card de Jordi Bertomeu. Los de David Blatt arrancaron el duelo con una inusitada fuerza y adquirieron una cómoda renta que sería capaces de manejar. Pese a los intentos de Teodosic y Nando de Colo por revertir la situación y que una parálisis ofensiva de los locales en el cuarto final apretó al máximo el marcador (84-83), el Darussafaka exhibió el temple necesario para brindar una alegría a sus aficionados y presentó de paso su candidatura a hacer algo grande en esta edición. Anderson y Wanamaker (38 puntos entre ambos) se erigieron en sus grandes estiletes ofensivos, aunque en realidad el suyo fue un triunfo colectivo que le ayuda a consolidarse en la zona alta de la clasificación con cinco triunfos en siete jornadas. El CSKA, en cualquier caso, se mantiene en cabeza. - DNA
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