vitoria - Con solo tres entrenamientos en sus piernas y con un conocimiento incipiente de los sistemas y sus nuevos compañeros Chase Budinger se bautizó en el baloncesto europeo en el imponente Kombank Arena en un estreno, con siete puntos en 16 minutos, que a buen seguro recordará por muchos años. Avisó antes de emprender el viaje a Belgrado Sito Alonso de que la aportación del último fichaje se iba a limitar a la intensidad defensiva, ayuda en el rebote y la facilidad en el tiro. Sus palabras resultaron premonitorias que, como si lo hubieran coordinado entrenador y jugador, sus primeros minutos con la camiseta baskonista se ajustaron totalmente a lo que había intuido el técnico madrileño. No dejó correr muchos minutos el entrenador baskonista para dar rienda suelta a su flamante adquisición y ya en el primer cuarto, a falta de 2:51, reclamó a Budinger para que abandonara la última fila del banquillo y se despojara de la sudadera de calentamiento. Su entrada fue de descanso a Adam Hanga en una primera entrada en pista para reducir la elevada ración de minutos que se mete el húngaro entre pecho y espalda. En 18 segundos comprobó los rigores del arbitraje europeo y el diferente rasero que aplican a este lado del Atlántico. Ese fue el tiempo que tardó en cobrarse la terna de naranja la primera falta del estadounidense en una acción en la que Dangubic le llevó al poste bajo.

No tardó en demostrar la cualidades que había anticipado Sito Alonso y en una acción de Shengelia cortó por el centro de la zona para barrer el rechace del aro, tras el tiro del georgiano, y anotó sus dos primeros puntos para subir el momentáneo 13-17 a los 34 segundos de haberse estrenado en el baloncesto europeo. Continuó su proceso de adaptación por la vía rápida y forzó un robo ya en los segundos finales del primer cuarto. A la vista de la buena puesta en escena le concedió el técnico los galones para arrancar el segundo periodo, también como relevo de Hanga para completar siete minutos en su primera intervención. En este segundo periodo tuvo una menor aportación con acciones menos brillantes. A falta de 6:52 enfiló el camino de regreso al banquillo para ceder su puesto en pista a Adam Hanga. Cuatro minutos estuvo refrescándose el exjugador de la NBA antes de que fuera requerido de nuevo para entrar en acción. Otra vez a los pocos segundos cargó el rebote ofensivo para sacar una falta al defensor serbio y estrenarse también como lanzador desde la línea de los 4,60 metros.