Josean Querejeta aprovechó su comparecencia pública del martes para trazar, a grandes rasgos, el perfil que deberían cumplir los candidatos a sustituir a Velimir Perasovic en el banquillo del Baskonia. Un dibujo que se ajusta como un guante a la figura de Fotis Katsikaris. El griego es el primero en la lista del presidente azulgrana y, salvo complicaciones de última hora, será el nuevo comandante de la nave vitoriana. Con amplia experiencia ya a sus espaldas, el del heleno es uno de los nombres recurrentes que han salido a la palestra cada vez que el Laboral Kutxa ha tenido que zambullirse en el mercado de los entrenadores pero, en esta oportunidad, parte con ventaja desde la línea de salida. De hecho, el máximo responsable de la entidad de Zurbano aseguró que tiene “muy claro” el elegido para dirigir el nuevo proyecto aunque aún resta convertir los deseos en realidad.
Querejeta manifestó en su alocución que todavía no había llevado a cabo ningún contacto pero ese primer paso ya se ha producido. De esta manera, ha trasladado el interés por hacerse con sus servicios al preparador griego y en las próximas horas mantendrá una reunión con sus representantes en la que comenzarán a perfilarse las condiciones de cada una de las partes.
En estos momentos Katsikaris se encuentra concentrado al frente de la selección helena, con la que disputará el próximo Preolímpico en busca de una de las últimas plazas para los Juegos Olímpicos de Río. Este precisamente puede ser uno de los escollos de la negociación, ya que la normativa de la ACB impide a los entrenadores compatibilizar sus cargos con el de seleccionador. El problema sería subsanable actualmente -como ya ocurrió el pasado verano con Perasovic- retrasando la incorporación oficial de Fotis al Baskonia hasta que finalice su trabajo con el combinado nacional pero, para el futuro, tendría que renunciar a su puesto al frente de la selección (este curso el club ya impidió a Peras volver a tomar las riendas de Croacia). A partir de ahí, ambas partes tendrán que poner sobre la mesa sus necesidades.
En el caso de la entidad de Zurbano, Querejeta ya lo dejó bien claro. Así, la primera exigencia será no perder las señas de identidad recuperadas este recién concluido curso bajo la dirección de Velimir Perasovic. A renglón seguido, el entrenador tendrá que ser capaz de competir “con argumentos diferentes” para compensar el “menor potencial” económico y deportivo respecto a otras escuadras. Dentro de lo estrictamente baloncestístico, el presidente azulgrana exige que desde el banquillo se implante “una defensa de primer nivel” que le aporte un plus al Baskonia y que se trabaje con “jugadores físicos” que sean capaces de “desequilibrar” en el uno contra uno.
Bajo ese marco general planteado por el máximo responsable de la entidad, Katsikaris tendrá que aportar su propio sello. Ese que le ha permitido labrarse un importante currículo en diferentes conjuntos del Viejo Continente y que le llevó a llamar la atención de los rectores del club vitoriano hace ya unos cuantos años. Una situación que se ha repetido este año como consecuencia de la notable trayectoria que ha protagonizado al frente del UCAM.
Tras dirigir previamente a equipos más importantes como AEK de Atenas, Dinamo de Moscú, Valencia o Bilbao Basket, el griego aterrizó el pasado verano en Murcia como la gran apuesta de una escuadra con clara vocación de crecimiento. Y ha cumplido las expectativas con creces. De esta manera, ha llevado al combinado pimentonero hasta la séptima plaza de la clasificación final, lo que supone el mejor registro de su historia y le permitió debutar en unos play off por el título. Todo ello pese a que a mitad de curso sufrió la sensible pérdida del pívot Lima, recuperado por el Real Madrid. Además, su equipo ha practicado un baloncesto atractivo y, por si no fuera suficiente, ha acabado como la cuarta mejor defensa del campeonato, lo que supone un excelente aval para presentarse ante Josean Querejeta.
El factor Bourousis Otro aspecto que pesa a favor de Katsikaris en la balanza para convertirse en el nuevo entrenador del Baskonia es su estrecha relación con Bourousis. No es ningún secreto que la continuidad del pívot en Vitoria es uno de los grandes objetivos de Josean Querejeta y la presencia de su compatriota en el vestuario podría ayudar a convencerlo. De hecho, ambos se encuentran en estos momentos juntos en la concentración de la selección helena preparando el Preolímpico. Al margen de la relación profesional -el técnico fue quien hizo debutar a un entonces joven jugador en el AEK de Atenas-, a ambos les une una buena amistad y no sería de extrañar que hayan aprovechado estos momentos para hablar sobre el futuro de ambos.
Por otro lado, la llamada, del Laboral Kutxa supone un atractivo caramelo difícil de rechazar para un preparador como Katsikaris. Incorporarse al proyecto le permitiría volver a disfrutar de la Euroliga después de varios años alejado de ella y, además, hacerlo con las garantías que ofrece la evidente recuperación del club de Zurbano a todos los niveles. Así pues, únicamente es cuestión de tiempo esperar a que la fumata blanca haga su aparición por la chimenea azulgrana.