vitoria - Antes de que esta noche se lance el balón al aire, el Baskonia ya es matemáticamente conjunto del Top 8 de la Euroliga. Dos jornadas de la segunda fase le han sobrado a la tropa alavesa para incrustarse nuevamente entre la flor y nata continental. Con una victoria más en los dos partidos pendientes del Top 16, existía la opción de dejar sentenciada una clasificación ganada a pulso durante los últimos meses, pero terceros en juego hicieron viable el gran sueño azulgrana un día antes de lo esperado.
En la jornada de ayer se celebraban dos partidos en los que se encontraban depositadas todas las miradas. Las cuentas estaban muy claras y no había necesidad de recurrir a las matemáticas. Porque, de resultar vencedor Khimki o Barcelona, el Laboral Kutxa no debía esperar al desenlace de su encuentro ante los blancos para celebrar que tres temporadas después vuelve a estar entre los ocho mejores del Viejo Continente. Y lo cierto es que fue una tarde-noche de lo más apacible, ya que los rusos destrozaron sin piedad a un irreconocible Olympiacos. Tuvo que ser un icono azulgrana como Dusko Ivanovic quien proporcionara el último empujón hacia un billete histórico para el Top 8. Aunque ya no hacía falta, más tarde también cumplió su parte del guión el conjunto de Xavi Pascual superando al Brose Baskets en el Palau.
Los resultados de ayer harán que esta noche, con independencia del resultado final, la hinchada baskonista obsequie a sus guerreros con una estruendosa ovación y recompense así como se merece uno de los éxitos más colosales e impensables en la historia reciente del club.
Tras varios ejercicios dando tumbos y alejado de la zona noble tanto en la ACB como la Euroliga, la formación vitoriana ha retornado por la puerta grande a sus novenos cuartos de final de la historia dentro de la máxima competición. Y esta vez con el mérito anadido de haber roto los pronósticos iniciales que le colocaban, junto al Zalgiris y al Bamberg, como una de las cenicientas del bautizado como grupo de la muerte. Tras cosechar una única victoria en Kaunas en las tres primeras jornadas, muy pocos auguraban el imparable crecimiento de un conjunto que comenzó a creer en el milagro gracias a su épico éxito en el Buesa Arena ante el CSKA y, sobre todo, las dos alegrías consecutivas a domicilio ante Barcelona y Real Madrid. Entonces, todo el planeta baloncestístico se cercioró de que el Baskonia estaba de vuelta.
el sueño de berlín Pese a compartir lote con clubes que le triplican en presupuesto y cuentan con nombres más rutilantes, lo conseguido por el Laboral Kutxa merece un auténtico monumento. El dinero no lo es todo para triunfar en el deporte profesional y de ello puede dar fe esta vez la afición de Vitoria, quien degustó caviar durante años y años con plantillas mucho más poderosas que la actual pero, en cambio, se siente más identificada con incansables guerreros como los que dispone hoy en día Perasovic, el gran arquitecto de un bloque luchador que ha recobrado el carácter de antaño.
A base de trabajo colectivo, espíritu de superación, raza y una fe ilimitada en sus posibilidades, sin obviar que el fichaje sobre la bocina de Ioannis Bourousis ha colocado al equipo en otra dimensión, el técnico croata y sus discípulos han terminado tuteando y dejando en evidencia a varios favoritos al título. Apreciado que no hay ningún rival inalcanzable en esta Euroliga y que, posiblemente, quedará resuelta en breve la ventaja de campo para el cruce de cuartos de final, todo el mundo ya sueña con la quinta Final Four de la historia. La última vez que hizo acto de presencia el Baskonia en ella data de hace ocho años.
El Buesa Arena ha sido profanado tan solo por el Olympiacos en la presente edición de la Euroliga, de ahí que florezca el optimismo. En caso de asegurarse la vitola de cabeza de serie, Panathinaikos, Estrella Roja o Efes -candidatos a ser tercero y cuarto del grupo E- se perfilan como el último obstáculo en una eliminatoria prevista al mejor de cinco encuentre entre los días 12 y 26 de abril.
A falta de dos jornadas para el cierre del Top 16 y pese a la óptima trayectoria de los alaveses, existía una carambola fatídica para que el Baskonia quedara eliminado. En caso de haber perdido sus dos encuentros y que Olympiacos, Real Madrid y Brose Baskets hubiesen sellado un pleno de victorias, el Baskonia habría dicho adiós en ese hipotético cuádruple empate al verse penalizado por las dos derrotas con los griegos y ser el equipo con menos triunfos en los duelos directos entre ellos.
Sin embargo, la derrota de ayer del Olympiacos en el Krylatskoye Sports Paalce ya ha hecho inviable dicha posibilidad. La presencia en el Top 8 es una bendita realidad para un grupo que, tal y como sucedió en el cuatrienio dorado comprendido entre 2005 y 2008, no quiere poner límites a su ambición de tomar parte nuevamente en una Final Four.