vitoria - Han pasado ocho largos años desde que el Baskonia inmiscuyó por última vez su figura en la reunión más elitista del Viejo Continente. Demasiado tiempo alejado de los focos para un club que anhela volver a ser grande. Tras una larga travesía por el desierto, el cuadro vitoriano ya está de vuelta y dispuesto a seguir asombrando a toda Europa. Pendiente todavía de amarrar el pasaporte matemático para los cuartos de final tras el sorprendente triunfo de ayer del Brose, un hito realmente asombroso en el lote más envenenado que se recuerda, ya es el momento de mirar de reojo hacia el estado del grupo E. Aunque es preferible no correr demasiado y mantener la humildad que tantos dividendos ha reportado hasta la fecha, de momento asaltan las dudas acerca de la identidad del último escollo que deberá ser derribado para integrar el cartel de la Final a Cuatro, prevista del 13 al 15 de mayo en el Mercedes-Benz Arena de Berlín.

En una situación idílica para amarrar esa codiciada segunda posición que le permitiría gozar de la ventaja de campo en el cruce de cuartos, el cielo se le ha abierto al Laboral Kutxa. La presencia en la capital germana es un sueño que puede hacerse realidad ante la excelente trayectoria de los vitorianos como anfitrión en la presente Euroliga. Todos los grandes -CSKA, Olympiacos, Barcelona, Anadolu Efes, Khimki y Armani- han hincado la rodilla esta temporada en la cancha de Zurbano, un pequeño infierno para los visitantes. Solo el rocoso conjunto griego ha salido victorioso (76-82) en el Top 16, de ahí que una corriente de optimismo se haya extendido entre el baskonismo en este instante.

panorama ventajoso Lo más difícil parece haberse hecho, pero sería conveniente amarrar una vitola de cabeza de serie que permitiría a los alaveses soñar con su quinta Final a Cuatro de la historia tras las cuatro participaciones consecutivas entre 2005 y 2008. Después de acariciar la gloria en ciudades como Moscú, Praga, Atenas y Madrid, Berlín es un objetivo real para un conjunto que ni mucho menos debería verse intimidado por el rival que le toque en suerte en cuartos. Lo primordial es certificar cuanto antes la vitola de cabeza de serie, un objetivo que podría hacerse realidad en caso de solventar uno de los dos partidos pendientes. En función de otros resultados, cabe la opción de que los ocho triunfos actuales sean suficientes.

En cualquier caso, tres posibles rivales asoman ya en el horizonte azulgrana. Los cuatro clasificados del grupo E están prácticamente definidos. No hay dudas matemáticas acerca del liderato conquistado por un solvente Fenerbahce -Obradovic acaba de sufrir un severo contratiempo con la baja de Vesely-, pero los puestos del segundo al cuarto todavía pueden bailar en las dos jornadas restantes. En la ardua pelea por hacerse con el factor pista andan involucrados el poliédrico Lokomotiv Kuban del renacido Víctor Claver, el ambicioso Estrella Roja -un conjunto vigoroso y antipático que se le ha dado especialmente mal en los últimos tiempos al Baskonia con el añadido de jugar enfrente de 20.000 espectadores en esa caldera llamada Kombank Arena- y el americanizado Panathinaikos de Sasha Djordjevic.

Tres rivales a respetar, pero también vulnerables si queda rubricada la opción de disputar un quinto partido en el Buesa. Tras los resultados de ayer, el conjunto vitoriano alberga bastantes posibilidades de esquivar a los poderosos rusos y enfrentarse a serbios o griegos, a priori más sencillos. En cualquier caso, todo hace indicar que la incógnita no se resolverá hasta la última jornada.

La eliminatoria previa a la Final a Cuatro tendrá lugar al mejor de cinco encuentros entre los días 12 y 26 de abril. De asegurar el Baskonia la segunda plaza, los dos primeros se celebrarían en Vitoria y el tercero a domicilio. En caso de que se prolongue la serie, el cuarto también se jugaría en la cancha del rival de turno. Lo positivo es que un hipotético desempate sería al calor del inexpugnable Buesa Arena, donde esa jornada no debería caber ni un alfiler en busca de otro hito en la historia de la entidad azulgrana. Quien se frota las manos ya es Josean Querejeta, que se ha asegurado dos grandes taquillas al verse obligados los abonados a pasar por caja para presenciar los cuartos de final de la Euroliga.

Billete a punto. Tras la derrota del CSKA en Alemania, el Baskonia aún no es matemáticamente conjunto del ‘Top 8’. Lo será hoy si el Madrid gana en El Pireo.

A por el factor pista. El cuadro alavés necesita una victoria más para asegurar la segunda plaza, aunque es posible incluso que certifique la ventaja de campo para cuartos aun perdiendo los últimos duelos del ‘Top 16’. A los de Perasovic les queda recibir al Real Madrid y viajar a Bamberg.

Fechas. Del 12 al 26 de abril se celebrarán las cuatro eliminatorias que conformarán la Final a Cuatro, prevista del 13 al 15 de mayo en el Mercedes-Benz Arena, con capacidad para cerca de 13.000 espectadores.

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La última vez que el Baskonia estuvo presente en la reunión más elitista del Viejo Continente data de 2008. Fue la celebrada en Madrid, donde sucumbió en semifinales ante el CSKA.