Vitoria - Hasta los colosos más imponentes necesitan tomarse un respiro en algún momento y esa es la tesitura en la que se encuentra desde ayer el líder indiscutible del actual Laboral Kutxa. Cargando con el peso del equipo sobre sus espaldas desde que arrancó el ejercicio, el cuerpo de Ioannis Bourousis ha pedido una mínima tregua. Al menos, eso es lo que, afortunadamente, dictaminaron las pruebas médicas a las que fue sometido el poste griego en la jornada de ayer. Porque, hasta ese momento, las alarmas se habían encendido a todo volumen en la entidad de Zurbano. Los motivos, desde luego, eran más que comprensibles. Porque imaginar un escenario a estas alturas del curso en el que el plantel de Perasovic debiera enfrentarse a una ausencia prolongada de su gran faro no puede hacer otra cosa que provocar sudores fríos.

El origen de todo estuvo en el segundo cuarto del duelo del pasado jueves ante el Zalgiris. Durante el mismo, Bourousis sintió las primeras molestias pero, ante la trascendencia del envite y la complicación que reflejaba el marcador, continuó jugando con normalidad hasta la conclusión de los cuarenta minutos. De hecho, fue, una vez más, una de las piezas clave para que se produjese la reacción alavesa en el último cuarto que terminó propiciando que la victoria se quedase en casa.

Sin embargo, ayer viernes ya se hizo evidente que el problema no remitía y se activó el correspondiente protocolo médico para determinar el alcance exacto de la dolencia. Finalmente, las pruebas determinaron que sufre “una microrrotura en el tercio proximal del recto anterior de su muslo derecho”, según el parte médico facilitado por el club. El jugador se someterá a un tratamiento “conservador” y su “evolución diaria” determinará los plazos de recuperación.

En cualquier caso, las primeras decisiones ya se han adoptado. De entrada, todos los estamentos baskonistas respiraron aliviados al comprobar que la lesión no reviste, en principio, especial gravedad. Ahora bien, sí que obliga al pívot heleno a parar momentáneamente. Debido a ello no podrá jugar mañana ante el Estudiantes y teniendo en cuenta que el equipo cuenta también con la baja de Shengelia el juego interior azulgrana se quedaba más que cojo. Por ello, se activó al cambio en la ACB para dar de baja la ficha de Bourousis y activar la de Planinic para que pueda ocupar su lugar momentáneamente.

Por lo que respecta a la Euroliga, no hay un pronóstico definitivo en estos momentos pero se antoja bastante complicado que el griego pueda estar el próximo viernes en Atenas para medirse al Olympiacos. Su regreso, eso sí, debería estar garantizado para la siguiente jornada.

La lesión. Bourousis sufre una microrrotura en el tercio proximal del recto anterior de su muslo derecho que se produjo durante el segundo cuarto del encuentro ante el Zalgiris. Pese a ello, continuó jugando hasta el final y fue pieza clave para el triunfo vitoriano. Se someterá a un tratamiento conservador y su evolución diaria determinará los plazos de recuperación.

El cambio. La primera consecuencia de su lesión es que no jugará mañana ante el Estudiantes y el club le dio de baja en la tarde de ayer en la ACB para que Planinic ocupe su plaza y pueda ser de la partida.

Europa. Aunque no hay un pronóstico definitivo, la presencia del pívot el próximo viernes en Atenas para medirse al Olympiacos se antoja complicada.