vitoria - Con el recuerdo de la derrota en Miribilla todavía fresco en la memoria, la antepenúltima cita del 2015 depara al Baskonia un nuevo derbi vasco. Esta vez el escenario al que se traslada la formación azulgrana es el San Sebastián Arena 2016 para dar la réplica a un Retabet.es GBC lastrado por una trayectoria errática. En principio, se trata de un débil anfitrión que no debería inquietar en exceso un nuevo triunfo que deje prácticamente sentenciado el billete para la próxima Copa del Rey. El último precedente entre ambos, saldado a favor de los visitantes por casi una treintena de puntos (66-95), también deja bien a las claras la aparente desigualdad entre dos conjuntos con objetivos antagónicos.
Tras doblegar al Baloncesto Sevilla con la ley del mínimo esfuerzo, el Laboral Kutxa encara en esta recta final del año una plácida fase del calendario -este domingo aterrizará en el Buesa Arena el Fuenlabrada- que debe ayudarle a consolidar su ubicación dentro de la zona noble de la clasificación. Dando por sentado que ya no corre peligro el pasaporte para la cita del K.O. tras la ausencia del año pasado en Las Palmas, el objetivo reside en quedar lo más arriba posible para asegurar la vitola de cabeza de serie y evitar a los grandes en el primer cruce de cuartos de cara al sorteo para el torneo de A Coruña.
El de esta noche es un encuentro propicio para mantener la positiva dinámica de resultados. Fruto de una planificación nefasta y fichajes desacertados, el GBC está firmando una temporada tormentosa que, esta vez sí, puede conducirle irremediablemente al infierno de la LEB Oro. No en vano, es el colista de la ACB y hasta el subidón del pasado sábado en la pista del Iberostar Tenerife había sido incapaz de inaugurar su casillero de victorias. Ese 72-74, eso sí, supuso un soplo de aire fresco para un conjunto que se estaba desangrando y necesitaba encontrar imperiosamente algún punto de inflexión para creer en la salvación.
La pésima racha donostiarra se cobró recientemente la figura de su anterior entrenador (Jaume Ponsarnau) y también ha precipitado cambios en una plantilla repleta de bultos sospechosos. Ante los alaveses, Porfi Fisac hará debutar a Danny Agbelese y Marcus Landry, dos interiores llamados a inyectar algo de solidez a un tibio juego interior en el que la raza de David Doblas era, a todas luces, insuficiente.
Habrá que erradicar, por tanto, las confianzas ante un GBC dispuesto a dar continuidad a su reciente resurrección en tierras insulares. De ahí que sea un partido trampa a tenor de un hecho incuestionable: el Baskonia no tiene casi nada que ganar y sí mucho que perder en una jornada donde cualquier apostante colocaría el 2 fijo en la quiniela. El desequilibrio entre ambas formaciones es evidente sobre el papel, pero conviene apretar los dientes y no tomarse a la ligera una velada en el que el peor síntoma sería permitir que los guipuzcoanos mantengan la fe hasta el final.
“Es un equipo que nos va a poner las cosas difíciles y tenemos que jugar bien. Han reaccionado con el cambio de entrenador, han jugado buenos partidos y ganado a un equipo que nos superó aquí en casa. Es un día importante porque quedan pocas jornadas para el corte de ocho equipos para la Copa del Rey y necesitamos asegurarnos la participación lo antes posible. El objetivo es ser cabeza de serie, lo que nos obliga a ganar el máximo número de partidos”, reconoció Perasovic, como siempre prudente y desconfiado antes del salto inicial. Jugadores de la segunda línea necesitados de minutos como James, Corbacho o Ilimane Diop están obligados a reivindicarse y su recuperación puede ser otro de los alicientes al margen de la victoria.