vitoria - El talentoso portorriqueño, un tipo afable y cordial donde los haya que destila amabilidad en cualquier conversación, es una de las siete caras nuevas del resucitado Barcelona para la presente temporada. Donde el emergente Satoransky aporta juventud y savia fresca al frente del timón, este incombustible base de 36 años brinda a Xavi Pascual el contrapunto de la experiencia y las tablas tras una dilatada carrera que incluye nueve temporadas en la NBA. Siendo prácticamente un imberbe y con un potencial todavía por desarrollar, Arroyo disputó cuatro partidos con el TAU a las órdenes del técnico montenegrino en febrero de 2002. Alguien del que, por cierto, no guarda un grato recuerdo como se encarga de recalcar en estas líneas.
Dos equipos enrachados miden mañana sus fuerzas en el Buesa Arena. ¿Es de los días en que más apetece salir a competir?
-Sí, entiendo que es así. Tal y como va la temporada, ambos equipos están en un buen ritmo. A nosotros, como jugadores, nos agrada jugar partidos de este tipo que te ayudan a saber en qué momento te encuentras y y desvelan tu solidez como equipo. El Baskonia atraviesa un gran estado de forma y esperamos que sea una velada competitiva.
Únicamente han perdido un partido oficial desde el arranque del curso ante el Karsiyaka. ¿Es una temible carta de presentación para el Laboral Kutxa?
-Esperamos seguir de esta manera. Obviamente, el juego colectivo nos está dando grandes resultados hasta ahora, aunque creo que defensivamente debemos seguir mejorando. Ante las situaciones adversas que se han originado en algunos partidos, hemos logrado sacar nuestro carácter y experiencia para cerrar el juego de la forma deseada. Pero eso no quita para que todavía nos falte bastante por mejorar y debamos ajustar cosas como colectivo.
Esta temporada afrontan el enorme desafío de derrocar a un Real Madrid que viene de ganar todos los títulos en juego. ¿Cree que van por el buen camino?
-El reto es principalmente ganar al equipo que tengamos enfrente cada noche, sea el Real Madrid u otro equipo. No haríamos bien en centrar exclusivamente la atención en un único rival.
En un conjunto como el blaugrana repleto de grandes estrellas, ¿el altruismo y el control de los egos es algo imprescindible?
-A mi juicio, es más importante entender la palabra sacrificio y aquí el éxito es que todos nos estamos sacrificando dentro del equipo. En el Barcelona hay jugadores que entienden los partidos y los entresijos de este juego. Mis compañeros juegan a un alto nivel y son muy habilidosos. Seguro que cualquiera de nosotros jugaría más minutos en otro equipo, pero esta vez se nos presenta la ocasión de estar todos juntos en un mismo vestuario y podemos hacer cosas muy bonitas. Hay que entender que estamos aquí por una única meta: ganar. Todos estamos a gusto los unos con los otros y ganar es lo que más queremos. Nos ha ido muy bien hasta ahora con esta mentalidad.
¿Qué le inspira a simple vista este renacido Baskonia?
-Es un equipo que, además de estar en un gran momento, tiene jugadores a un alto nivel y con mucha confianza como Bourousis. Es peligroso enfrentarse a rival así con tanta creatividad y que juega en conjunto. Será una noche difícil para nosotros, pero creo nos estamos preparando bien para darles la réplica. No quiero decir que las anteriores victorias hayan sido fáciles, pero vamos a tener que trabajar más que nunca para salir victoriosos de su casa. En Vitoria rinden a un nivel altísimo apoyados por su público.
Mañana deberá verse las caras con dos bases eléctricos e imprevisibles como Adams y James. ¿Sabe algo de ellos?
-Está claro que su estilo es completamente diferente al mío. Estamos hablando de dos jóvenes con mucha ambición y con ganas de labrarse un nombre en esto del baloncesto. Lo están haciendo muy bien, tienen talento en sus manos y esperamos frenarles para que no entren en ritmo y bajen algo su anotación.
Cambiando de tercio, ¿qué recuerdos conserva de aquellos dos meses de convivencia en Vitoria con Dusko Ivanovic en la temporada 2001-02?
-Lo bonito que me llevé de aquella experiencia fue los compañeros que tuve en el equipo. Coincidí con jugadores argentinos como Nocioni, Scola, Oberto o Sconochini que luego han tenido una carrera extraordinaria. También me acuerdo de otra bella persona como Bennett, aunque él estaba lesionado cuando estuve allí. Me recibieron con los brazos abiertos y a día de hoy mantengo con ellos una cordial amistad.
No ha mencionado al entrenador montenegrino. ¿Por algo?
-Dusko no fue muy amable y realmente no me llevé una buena impresión de él. Yo siempre he respetado y he tenido una buena relación con todos mis entrenadores. No sé si fue algo puntual de aquella época o su carácter era así, pero la verdad es que no fue muy comunicativo conmigo. No aprendí nada de él.
Fichar a los 36 años por el Barcelona ha sido la guinda a su brillante carrera. ¿Cómo se gestó todo?
-Ha sido la guinda a mi trayectoria. Siempre he admirado la historia del Barcelona y entiendo lo que conlleva representarlo. Espero hacerlo dignamente. Quería estar aquí desde hacía mucho tiempo y me gustaría aprovechar al máximo la oportunidad en esta etapa de mi carrera. Estoy aprendiendo de mis compañeros y este gran cuerpo técnico que trabaja todos los días para preparar los partidos lo mejor posible. Uno aprende cada jornada y estoy encantado de formar parte de esta organización.
El jueves anotó ante el Karsiyaka seis de siete en triples. ¿Llega con la muñeca caliente?
-Tuve la suerte de conseguir unos tiros abiertos y que entraran, pero el mérito fue básicamente de los compañeros que me dieron la oportunidad de armar el brazo en una posición cómoda. Fue un increíble trabajo de equipo que nos permitió tomarnos la revancha con el Pinar.
Siempre dice que su padre ha tenido una gran influencia en su carrera y repite la frase “tu cuerpo es tu templo”. ¿Es un veterano con el espíritu de un joven de 20 años?
-Definitivamente es así. Uno va madurando y con la experiencia también se va dando cuenta de que tiene que descansar, alimentarse mucho mejor y cuidar su cuerpo. Creo que soy un ejemplo de ello. Tras una carrera tan larga y física, hay que ser muy inteligente en este sentido para que no te coman los jóvenes.
Hay una querencia a jubilar a los jugadores que van cumpliendo unos determinados años. ¿Le molesta que le pregunten por una posible retirada con su nivel actual?
-No, no me molesta. Cuando estamos hablando de una carrera baloncestística a mi edad, normalmente hay muchos jugadores que se han retirado o tienen pensado retirarse. Es algo inevitable y entiendo que se me pregunte por ello. He pensado mucho en lo que es el final de mi carrera, pero de momento me siento muy bien. Físicamente aquí nos cuidan mucho, nos protegen y son muy receptivos y atentos con el descanso de un atleta. Entonces, esto me ayudará a la hora de aguantar más tiempo. Todavía no he decidido cuándo me retiraré. Cuando lo haga, lo discutiré con mi familia. Para algo aprecio todas sus opiniones.
Los jugones como usted están en vías de extinción en el baloncesto moderno. ¿Cómo se ha adaptado a la deriva tan física del juego?
-Gracias a Dios, he tenido la oportunidad de compartir equipo con grandes jugadores y ser manejado por algunos de los mejores entrenadores europeos y americanos. La experiencia me ha llevado a tener mucha paciencia. En el baloncesto de hoy en día hace falta esto porque la habilidad atlética prevalece en ciertas áreas del juego. En mi caso, trato de utilizar un poquito más la mente. Intento jugar más inteligente, calmado y pausado para tomar buenas decisiones y eso es algo que me ayuda a no quedar en evidencia.