la selección española de baloncesto sugiere, tras un somero vistazo a su composición final, que tiene muchas ausencias y grandes esperanzas, tanto en nombres como en objetivos, de cara al Europeo que se va a disputar desde hoy sábado al día 20 de este mes.
Las ausencias son muchas e importantes. Marc Gasol, Ricky Rubio, Juan Carlos Calderón, Serge Ibaka, Juan Carlos Navarro y Álex Abrines no se pondrán la camiseta en esta ocasión.
Las bajas son tantas y de tal calado que un análisis superficial condenaría a la selección a un resultado mediocre en cualquiera de los escenarios posibles.
Pero el equipo español es, afortunadamente, algo más que la suma de unos jugadores más o menos brillantes. Nadie puede dudar de que la falta de Marc Gasol, uno de los tres mejores pívots del planeta basket, no se puede compensar de ninguna manera. Y tampoco la de Navarro, el desatascador de este equipo en la última década.
Dicho esto y asumidas las carencias que, como consecuencia, tendrá la selección, el futuro inmediato no es tan negro como podría parecer. Casi al contrario.
España cuenta con un Pau Gasol implicado, dominante e imperial durante la preparación. También con el juego exterior al completo (Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández) de un Real Madrid que lo ganó todo la pasada temporada.
El debut de Nikola Mirotic no es sino una promesa exuberante de que la selección por fin pueda contar con un 4 abierto en su arsenal de juego ofensivo. Y Felipe Reyes, ascendido a capitán, pero con juego de general es toda una garantía.
Willy Hernangómez, Pau Ribas, Víctor Claver, Fernando San Emeterio, Pablo Aguilar y Guillem Vives son el segundo escalón y tan importantes como los anteriormente citados porque tienen que dar descanso a sus compañeros y mantener el nivel para que el equipo pueda aspirar a los objetivos marcados.
El Europeo, además, es clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y solo los dos finalistas tendrán asegurada su presencia en la ciudad carioca el año próximo.
El objetivo mínimo es conseguir plaza para el preolímpico, que se ha ampliado a 18 plazas y en el que estarán por derecho los clasificados entre los puestos 3º y 7º del Europeo. Además habrá tres invitados por la FIBA. Serán tres torneos simultáneos entre el 5 y el 10 de julio de 2016 y los tres campeones jugarán en Río.
El equipo español no descarta nada. Sabe que en Berlín ante, y por orden, Serbia, Turquía, Italia, Islandia y Alemania deberá dar el mejor tono posible para después pasar a Lille (Francia), donde se disputará la fase final y afrontar las decisivas eliminatorias directas de octavos y cuartos de final para poder entrar en la lucha por las medallas.
El fiasco de la Copa del Mundo disputada en España el año pasado es otro punto de apoyo para un equipo campeón como el español que quiere volver a serlo. Y también la vuelta del seleccionador Sergio Scariolo, partícipe en las medallas de oro de los europeos de 2009 (Polonia) y 2011 (Lituania) y de la plata olímpica de Londres 2012.
La preparación de los españoles, con siete victorias en siete partidos, aunque ante selecciones de segunda fila invita a un optimismo moderado. Pero serán los conceptos equipo y familia, que siempre han rodeado a España, los que den ese plus añadido que necesitarán para intentar volver a escribir otra página histórica en el libro de honor del baloncesto español.