Aunque la reglamentación vigente le impide de momento ejercer oficialmente como entrenador del Laboral Kutxa, Velimir Perasovic ya está inmerso de lleno en esta tarea y durante los dos últimos días ha visitado Vitoria para comenzar a trazar las líneas maestras de su trabajo en la que será su tercera etapa en el club (la primera como jugador y la segunda ya como técnico). Tras reunirse con algunos de sus colaboradores y los máximos responsables de la entidad, el croata ofreció sus primeras manifestaciones públicas a través de una entrevista concedida al propio club. En ella, deja claro que pese a las extrañas circunstancias que rodearon su última salida del Baskonia siempre lo ha contemplado como una posible opción de futuro y, sobre todo, demuestra llegar, al menos sobre el papel, con las ideas muy claras. “Ya llevo más de una década como entrenador. Es un bagaje importante y ahora tengo más experiencia que la otra vez. Más años en la espalda como para tener más tranquilidad de que voy a hacer mi trabajo bien”, advierte.

En este sentido, el preparador balcánico anunció una línea de actuación que busca recuperar los valores tradicionales en la escuadra de Zurbano, aquellos que él mismo defendió hace dos décadas vestido de corto. “Creo que el Baskonia siempre se ha caracterizado por ser un equipo peleón, con mucho carácter y con mucho dinamismo en el juego. Vamos a ir por este camino, vamos a intentar hacer un equipo que se reconozca con esto”, apuntó. Unas características que deben servir para superar el gran reto que se le plantea, que no es otro que poner punto final a la decadencia que protagoniza el club en los últimos tiempos. “El baloncesto ha sido siempre el deporte rey en esta ciudad y los éxitos cosechados no se olvidan tan fácil. Puedes tener un año malo o dos pero siempre tiendes a volver a estar muy arriba”, significó. Un claro avido para sus futuros discípulos de que el listón de su exigencia va a ser máximo y que no se va a conformar con medias tintas.

Respecto a su prolongada relación con el Baskonia, con sus responsables -no siempre cordial- y con sus aficionados, Peras se esforzó por transmitir un mensaje de unidad y máxima sintonía. “Han pasado ocho años desde que estuve de entrenador aquí y se me ha pasado muy rápido y eso que he pasado por medio mundo, pero la verdad es que esto es como volver a casa. Siempre han sabido que mi puerta ha estado abierta para volver a Vitoria. Para mí el Baskonia es un club que me ha dado mucho. Estuve cuatro años como jugador y dos como entrenador, es la tercera vez que estoy aquí y para mí es más que un club”.

Por último, el entrenador croata reservó un apartado especial para los seguidores azulgranas -que le idolatraron en su etapa como jugador referente de la plantilla que conquistó los primeros títulos importantes para la entidad- y, una vez más, puso sobre la mesa su inalterable carta de presentación. “Estoy muy contento de volver, trabajar y vivir con ellos, espero que con muchos éxitos y espero darles muchas alegrías. No cabe duda que vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que estén contentos”, concluyó.