Vitoria - Dice un conocido dicho del refranero popular que las desgracias nunca vienen solas y el Baskonia lo acaba de sufrir en sus propias carnes con un nuevo percance físico que ha golpeado al eslabón más débil de su cadena y amenaza con poner palos en las ruedas para el asalto a la cuarta posición de la fase regular y, de paso, su puesta a punto para las series finales por el título. Si la cuerda exterior ya estaba de por sí seriamente diezmada desde hace semanas y pedía insistentemente a gritos un refuerzo tras la grave lesión de rodilla sufrida por Davis Bertans en aquella velada de infausto recuerdo en Milán, la situación ha adquirido tintes casi dramáticos con el paso a la enfermería del otro tres puro que se encontraba sano a las órdenes de Ibon Navarro.

Fernando San Emeterio, sometido al igual que Causeur a un esfuerzo sobrehumano durante las últimas semanas mientras Josean Querejeta no ha podido concretar en los despachos algún movimiento que mitigase la orfandad de piezas en el perímetro, deberá descansar. El capitán, uno de los sostenes azulgranas que atravesaba un dulce momento de juego, resultó lesionado en el entrenamiento vespertino del pasado martes tras un mal gesto que encendió rápidamente las alarmas en las entrañas del Buesa Arena.

El resultado de las pruebas a las que se sometió ayer confirmó la existencia de una rotura de fibras en el músculo oblicuo interno del lado derecho de su abdomen. Según explicó el club mediante un comunicado, el incombustible cántabro deberá permanecer en el dique seco “un periodo estimado de entre dos y tres semanas”. Otro contratiempo que llega en el peor momento para el Baskonia, obligado a partir de ahora a sobrevivir sin ningún tres puro salvo que la dirección deportiva pueda sacarse algún conejo de la chistera.

Si se cumplen los vaticinios médicos -algo que está por ver dado el último precedente con Ben Hansbrough- y resulta efectivo el tratamiento conservador que inició en la jornada de ayer, San Emeterio se perderá los tres próximos compromisos domésticos. Concretamente, las llegadas a Vitoria del CAI Zaragoza y del UCAM Murcia, además del desplazamiento ante el colista Fuenlabrada. Su vuelta podría tener lugar en la antepenúltima jornada de la fase regular en la peliaguda visita que deberá realizar el Laboral Kutxa a la pista del Estudiantes.

posible alta de palsson La ausencia del santanderino constituye un jarro de agua fría para un Baskonia que ve cómo se agudiza la precariedad de efectivos lejos del aro y obliga a las altas esferas a activar alguna solución de emergencia. El aterrizaje de un refuerzo no debería demorarse más tiempo por el bien de un equipo que ahora mismo cuenta como solitarias bazas exteriores con dos doses puros como Causeur y Hansbrough, más la puntual ayuda que puedan brindar los canteranos Tadas Sedekerskis y Carlos Martínez, dos habituales en las últimas convocatorias. Una materia prima insuficiente desde cualquier punto de vista.

A corto plazo, emerge la factible posibilidad de que el club active el alta en la ACB de Haukur Palsson, el internacional islandés cuyo reciente desembarco iba a permitirle ganar algo de tiempo en espera de que se pusiera a tiro un exterior de más calado y prestigio. La continuidad del nórdico, un alero de perfil bajo, no aliviará bajo ningún caso las urgencias azulgranas. Porque, además, las bajas de Bertans y ahora San Emeterio están obligando a sus compañeros de perímetro a realizar en cada partido un esfuerzo titánico y de consecuencias dolorosas. Tras forzar más de lo debido, la salud de cualquier deportista de alto nivel acostumbra a resentirse. Y el Laboral Kutxa puede dar ahora fe de ello.

Durante su largo periplo en la capital alavesa, el capitán siempre ha acreditado su condición de alero todoterreno e inmune a los percances físicos. Sus músculos de hierro siempre han resistido al esfuerzo, pero en esta ocasión deberá hacer un alto en el camino. Si ya se veía en la tesitura de tener que hacer piña ante la adversidad, el Baskonia agrava todavía más sus males al perder de forma temporal al guía espiritual que manchaba todos los apartados de la estadística. El único consuelo es que durante su corto tiempo de baja encara un calendario benigno ante adversarios de poco fuste. Pese a ello, nadie duda de que su producción exterior se verá reducida a la mínima expresión.

Jugador de hierro. El cántabro es uno de los jugadores que más desgaste acumula en la presente temporada, pero estaba siendo inmune a las lesiones. De hecho, sólo se había perdido un partido oficial entre ACB y Euroliga. Fue el que disputó el Baskonia en la quinta jornada liguera ante la Bruixa d’Or en el Buesa (87-67).

Orfandad de efectivos. Ibon Navarro se queda en el perímetro con los dos bases, Causeur y Hansbrough, más la puntual ayuda de los canteranos Sedekerskis y Carlos Martínez. El club puede dar de alta en la ACB esta jornada al islandés Haukur Palsson.