Vitoria - La noche del pasado domingo fue histórica para Luis Scola. El ‘4’ de los Pacers de Indiana lideró a su equipo hasta lograr una más que importante victoria ante Miami Heat (112 a 89) en la carrera por entrar en los play-off en la Conferencia Este. Esa noche, el ex baskonista registró su mejor partido de la temporada con 23 puntos y 12 rebotes en tan solo 19 minutos, unos registros nunca antes logrados en la historia de la NBA por ningún jugador durante el tiempo que permaneció el ala pívot argentino sobre la cancha del Bankers life Fieldhouse de Indianápolis (18.165 espectadores). Una marca histórica que quedó parcialmente eclipsada por la reaparición de la estrella de los Pacers, el alero Paul George, que volvía a las canchas tras recuperarse de la terrible lesión en la que literalmente se partió la pierna derecha durante un encuentro amistoso con la selección mientras preparaba el Mundial del Baloncesto en Las Vegas, el 2 de agosto de 2014. Y todo ello además durante el mismo fin de semana en el que en el Estado de Indiana, la cuna del baloncesto americano, acaparó el centro de atención por la disputa de la Final Four del NCAA. Scola, que cumple su segunda y última campaña de contrato con la franquicia que preside Larry Bird, promedia 9,3 puntos y 5,6 rebotes durante los 25,8 minutos que disputa por partido saliendo desde el banquillo como suplente de David West, unos números que ha mejorado respecto a la temporada pasada, donde realizó su campaña más modesta desde que hace siete años llegara los Estados Unidos. Además, en el partido del domingo ante Miami Heat completó su décimo doble-doble con el uniforme de los Pacers, el tercero en el último mes que coincide con el momento cumbre de la presente temporada en la que su equipo se está jugando las últimas opciones de alcanzar los play-offs.

Cerca de cumplir los 35 años, Scola llegó a Indiana en 2013 procedente de los Phoenix Suns bajo el expreso deseo de Bird, que activó un intercambio con la franquicia de Arizona a la que llegaban el alero Gerard Green, el pívot Miles Plumlee y un futuro pick en la primera ronda del draft. Scola afrontaba este nuevo reto con la idea de ejercer de jugador veterano y tutelar de paso una joven plantilla que contaba como referentes al mencionado George, al díscolo Lance Stephenson, George Hill o Roy Hibbert.

Siete años en Vitoria Cabe recordar que Luis Scola debutó en la mejor liga del mundo en el curso 07/08 tras siete temporadas en el Baskonia. El bonaerense fue elegido en el draft de 2002 por San Antonio Spurs en el puesto 56 pero nunca llegó a confiar en las posibilidades del entonces capitán baskonista, que veía como cada final de temporada sus esperanzas por cruzar el Charco se esfumaban incomprensiblemente. Finalizada la campaña 06/07 Houston acordó con los Spurs el traspaso de los derechos sobre el jugador argentino a cambio de Jackie Butler y el escolta griego Vassilis Spanoulis. Luifa veía así por fin cumplido su sueño y contaba con opciones reales de disputar minutos de juego como ala pívot titular formando pareja interior con el gigante chino Yao Ming. Fueron seis temporadas en las que Scola fue jugador de los Rockets y disputó 405 partidos. En su primer año formó parte del mejor quinteto rookie de la NBA y fue el mejor novato del mes de febrero en 2008, convirtiéndose poco después en el referente anotador de Houston ante los problemas físicos que arrastraba el pívot chino. Su mejor partido en la NBA lo protagonizó el 13 de marzo de 2010 cuando anotó 44 puntos y firmó 12 rebotes ante los New Jersey Nets (116 a 108). El internacional albiceleste permaneció dos temporadas más en la ciudad texana en las que el balance de victorias fue disminuyendo pese al gran rendimiento de Scola, que tuvo que dejar del club tras la reestructuración de la franquicia, que apostó entonces por nombres como Jeremy Lin y especialmente James Harden.

En el verano de 2012, el exbaskonista dejó Houston para convertirse en nuevo jugador de los Phoenix Suns, conjunto en el que disputó los 82 partidos de la temporada regular con un promedio de 12, 8 puntos y 25 minutos por partido, números solo superados por el que fuera también su compañero en Vitoria y en Houston, el base esloveno Goran Dragic. Nada más finalizar esa campaña se materializó su traspaso a Indiana, donde inicialmente no llegó a tener el mismo rol que hasta entonces había disfrutado en sus anteriores equipos.

Rol de jugador-suplente En la presente campaña, las cosas no han sido fáciles para el equipo de Indiana que se vio conmocionada por lesión Paul George. Así y todo, el conjunto indiano ha ido retomando el pulso a la competición en la segunda parte de la campaña coincidiendo además con los mejores partidos de Scola, que ha ido aprovechando buena parte de las oportunidades que la ha brindado su entrenador, Fran Vogel, el mismo que el pasado 30 de enero, y por primera vez en la carrera del argentino, decidió no concederle ni un solo minuto en el partido ante New York Knics tras una racha de 277 partidos consecutivos en los últimos cuatro años. Dar un descanso al poste hispano-argentino fue la vulgar excusa esgrimida por Vogel.

Cada vez más cómodo y asentado en su rol de jugador suplente que tanto le costó asumir la temporada anterior, Scola atraviesa por su mejor momento deportivo en Indiana en este tramo final de la temporada, evitando distracciones como su situación en verano, cuando se convierta en agente libre. En declaraciones a la web oficial del club, el pívot afirmó tras el partido del domingo: “Tengo energía y todavía me estoy divirtiendo. Puedo entrenar y jugar duro cada día. Mientras todo siga así, no veo cerca mi retirada”.