Vitoria - Ni la peor de las previsiones contemplaba que el Baskonia se viera atrapado anoche en una pesadilla tan angustiosa como la que experimentó en Milán. Porque el conjunto vitoriano regresa de la capital lombarda apuñalado por partida doble. Unas cuchilladas que, además, son muy dolorosas y profundas. La primera y más grave -que deja en un segundo plano la contundente derrota encajada- llegó cuando los jugadores apenas habían comenzado a sudar y tuvo como desgraciada víctima a Davis Bertans.

El jugador letón cruzó la zona del Armani en su intento de realizar una penetración y tras uno de los apoyos cayó al suelo sin poder reprimir evidentes gestos de dolor. Su mano se dirigió inmediatamente a la rodilla derecha y, cuando justo se habían consumido los tres primeros minutos del duelo, todas las alarmas se encendieron de inmediato en el banquillo azulgrana. Unas alarmas que alcanzaron su máximo grado de intensidad cuando se comprobó que no podía apoyar el pie y el ala-pívot tuvo que apoyarse en el fisio David Urbano y el directivo Félix Fernández para recorrer el camino hacia los vestuarios.

Los peores augurios aparecían en el horizonte y el paso del tiempo no hizo sino confirmarlos. Tras una primera exploración en el pabellón, Bertans fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario -donde quedó ingresado durante la noche- para comenzar a realizarle pruebas y -a falta de la confirmación oficial que previsiblemente llegará en la jornada de hoy- todas las valoraciones apuntan en la misma dirección: rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha.

Un diagnóstico terrible que supondría su adiós definitivo a la presente temporada y que tiene un grado mayor de dramatismo aún teniendo en cuenta que el ala-pívot ya sufrió esta misma lesión, también en esa pierna, el año pasado. Entonces, permaneció durante prácticamente nueve meses en el dique seco.

Aunque todavía no puede darse por segura esta fatídica noticia, fue el propio Ibon Navarro quien confirmó que esa es la previsión que maneja el club en estos momentos. “La primera impresión no es buena. Tiene los mismos síntomas que cuando se rompió el cruzado”, informó.

Este percance y el prolongado periodo de baja que se derivará de él coloca al Baskonia en una muy difícil tesitura. A corto plazo, con un juego interior muy mermado (Shengelia sigue sancionado en la ACB) para medirse al Valencia. Y a medio, en la necesidad de acometer un fichaje para afrontar con un mínimo de garantías lo que resta de curso. Una incorporación que tendrá que ser comunitario y que, en cualquier caso, no podrá jugar en la Euroliga.