Vitoria - El Nizhny evidenció la semana pasada en el Buesa Arena que no está lejos de ser esa perita en dulce que todos pensaban cuando quedó configurado el grupo F del Top 16 de la Euroliga. Los rusos dominaron con claridad durante muchos minutos al Laboral Kutxa hasta que se vieron penalizados por la falta de fuerzas y su corta rotación en el epílogo. Pues bien, ayer se tomaron la revancha con una exhibición (109-90) ante un desbordado Anadolu Efes que les convierte en una seria amenaza para colarse en los cuartos de final del torneo. Fue un triunfo rotundo e inapelable forjado en la primera mitad, donde los turcos se convirtieron en un juguete roto y dieron muchas facilidades encajando la friolera de 65 puntos (31 en el primer cuarto y 34 en el segundo).
Un día después de que Milos Teodosic batiera ante el Unicaja el récord de asistencias de la historia del Top 16 con 14, Taylor Rochestie superó el excelente registro del balcánico y acreditó que ahora mismo es el base más en forma del Viejo Continente. La tiranía del exbaskonista al frente del timón fue demoledora con 19 puntos y 15 asistencias. También rayaron a un nivel excepcional en el bando local los interiores Parakhouski y Thompkins -autores de 27 y 21 puntos, respectivamente- y Kinsey (16 tantos). En los otomanos, Heurtel volvió a rayar a un nivel discreto y únicamente mejoró sus números (6 puntos y 8 asistencias) en los minutos de la basura.
Tras este resultado, la pelea por la tercera y plaza se abre definitivamente. Cuando todo hacía indicar que Efes y Fenerbahce serían los únicos en hacer algo de sombra a CSKA y Olympiacos, el Nizhny ha presentado sus credenciales a lo grande. Con un baloncesto de laboratorio y disciplinado, los novatos rusos quieren hacer algo grande en su primera aparición en la Euroliga. - O.S.M.