Vitoria - Con más retraso de lo esperado y tres derrotas consecutivas como preaviso en Liga, Marco Crespi comienza a perfilar poco a poco el boceto con el que pretende competir en ACB, o, al menos, los cinco jugadores que han de disputar los minutos más calientes de cada partido. Si el pasado viernes ya pudo apreciarse esta tendencia en el partido de Euroliga ante Olympiacos, ayer el cuaderno de bitácora del italiano dejó muestras claras de que Fernando San Emeterio, Doron Perkins y Daivis Bertans son, a día de hoy, indispensables para evitar que el motor baskonista se gripe. Porque después de un primer cuarto repleto de dudas, errores en defensa y ataques un tanto desdibujados, la reacción no se hizo esperar. Fue el capitán quien asumió el rol que tocaba entonces, tomó el mando de la nave y vertebró todo el juego de un equipo donde jugadores como Causeur o Johnson continúan sin encontrar su rol dentro del equipo. En parecidos términos se desarrollaron los dos siguientes cuartos hasta que en el último, sobre todo en el tramo final, el Baskonia se complicó la vida al dejar acercarse al Bilbao Basket hasta los cuatro puntos cuando faltaban algo menos de cuatro minutos. Sin duda un mundo considerable para este Baskonia donde otra vez San Fernando apareció de la nada con un triple que aumentó la ventaja hasta los siete puntos. Ahí llegó el respiro de Crespi, que Doron Perkins se encargó de consolidar con diez increíbles puntos logrados en seis minutos en este último cuarto. Registros decisivos -2 de 3 en tiros de 2 y 2 de 3 en tiros de 3- que salvaron al americano de la quema en la que continúan inmersos algunos de los nuevos jugadores llegados este año a la disciplina baskonista y lo recuperan para la causa, que falta hace.
la madurez de bertans A la fiesta, ya como colofón, también quiso unirse en los instantes finales Daivis Bertans, que con un triple cargado de psicología (supuso el 84 a 73) finiquitó el partido ante el rival bilbaíno. Fue una de las cuchilladas que ayer asestó al conjunto de su hermano, un registro meritorio no tanto ya por el registo, que fue bastante irregular con cuatro de diez intentos, sino por la actitud mostrada a la hora de encarar este tipo de lanzamientos cuando más tensión se respiraba en el ambiente. Una prueba de madurez y responsabilidad que el propio Crespi destacó después del partido. Tres pilares, en definitiva, para marcar un punto de inflexión en la trayectoria del equipo y para evidenciar el preocupante estado de jugadores como Johnson, absolutamente bloqueados desde su llegada y carentes de la calidad que se les presuponía. Un mismo saco donde también podría incluirse a compañeros como el temporero Ryan Gomes, cuya ausencia llamó ayer la atención en la zona de los no convocados -que está situada junto al banquillo-, donde sí se pudo ver en cambio a DJ White. Ambos americanos habían sido descartados por Crespi para cumplir la normativa de cupos en detrimento de un meritorio Hamilton, que ayer debutó en liga.
Padres divididos. En la grada del Buesa Arena se pudo ver ayer a los padres de Dairis y Daivis Bertans, que decidieron viajar hasta Vitoria para contemplar en directo el enfrentamiento de
sus hijos por primera vez
en un partido oficial.