vitoria - Si el pasado miércoles fue su agente Claudio Villanueva el que echó paladas de tierra a la continuidad de Andrés Nocioni en el Baskonia con una declaraciones inquietantes, ayer fue el propio Chapu quien, a través de su blog en la ESPN, trató de arrojar algo de luz respecto a uno de los grandes interrogantes que mediatiza el próximo proyecto del club vitoriano. Sin pelos en la lengua y con toda la franqueza y honestidad de las que siempre hace gala sobre la pista, el santafesino puntualizó como gran titular que todavía no ha cerrado definitivamente las puertas a su permanencia en la capital alavesa. Eso sí, el objetivo se presenta repleto de obstáculos, ya que impone condiciones importantes para que el Buesa Arena continúe acogiendo sus lecciones de garra y espíritu competitivo en la recta final de su carrera deportiva.

"Tengo una edad en la que no es lógico que juegue tantos minutos y que el equipo gire a mi alrededor en muchos momentos del partido como ocurrió este año. Quiero sentirme importante, pero siendo una pieza más de un equipo con aspiraciones", relató Nocioni a corazón abierto y con una sinceridad poco habitual en el deporte de élite. De momento, el internacional albiceleste muestra sus serias dudas a la hora de seguir formando parte de un proyecto que está coleccionando fracasos sin paliativos por culpa de una errática política de fichajes que no ha sabido rodearle de referentes de relumbrón.

En espera de los posibles conejos de la chistera que se pueda sacar durante las próximas semanas Josean Querejeta para recuperar la grandeza de un equipo en plena decadencia, las primeras caras nuevas de la campaña 2014-15 ya dejan un halo de sospecha. Tornike Shengelia, éste completamente atado para las tres próximas campañas, y Kim Tillie, siempre que se pacte una indemnización al Murcia para que el club pimentonero no acuda al derecho de tanteo, aterrizarán en el Buesa Arena con una inquietante tarjeta de presentación. El georgiano viene de protagonizar un oscuro paso por los Nets y Bulls de la NBA, mientras que el francés, un cuatro-cinco sin un gran potencial físico y que esquiva el contacto debajo del aro, se halla a años luz de ser un poste dominante que pueda suministrar músculo y fuerza al juego interior.

Tras dos campañas decepcionantes en las que se ha visto demasiado solo ante el peligro jugando más de 30 minutos de media, Nocioni no quiere volver a pasar por un calvario similar. "Me gustaría ver qué proyecto hay en el Baskonia y tenerlo como una posibilidad si es que se propone un crecimiento. En ese caso, claro que me gustaría quedarme. Si me llego a ir, lo entenderán porque siempre he dejado todo de mí en la cancha", aclara uno de los iconos de la historia azulgrana.

Si el pasado verano se comprometió casi a las primeras de cambio con el Laboral Kutxa, todo hace indicar que esta vez su decisión se demorará unas cuantas semanas. Como ya ha insistido en más de una ocasión, su pensamiento pasa por "escuchar ofertas y elegir la mejor opción", sin cerrarse ninguna puerta. "Mi objetivo es estar cómodo en un equipo de alto nivel para poder competir, ya sea en Europa o la NBA", recalcó el argentino, cuyas principales preferencias son la ACB y la Lega italiana.

Transcurrida ya una semana desde la eliminación liguera y mediante un análisis sosegado, Nocioni también ha repasado un curso de infausto recuerdo. "El balance no es bueno", criticó de entrada antes de una dura autocrítica. "En la ACB podríamos haber peleado por el cuarto o quinto puesto, pero fuimos muy irregulares. No maduramos como equipo y se en los play off. Hubo varios factores como el presupuesto y las lesiones, pero competimos en muy pocas ocasiones", recriminó el Chapu.