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Idénticas dudas. El agónico triunfo final no esconde las lagunas e imperfecciones de un Baskonia que se salvó por los pelos en las Islas. El técnico italiano volvió a hacer coincidir a toda su segunda unidad en el segundo cuarto y ello fue aprovechado por el Iberostar para alcanzar 16 puntos de ventaja. Mucho tiempo después, Hamilton y Pleiss coincidieron tras la prematura eliminación de Nocioni.
Salvador Heurtel. El galo asumió toda la responsabilidad en un último cuarto de ensueño donde su desparpajo y sangre fría propiciaron un éxito angustioso. Sus 14 puntos mantuvieron a raya a un entusiasta anfitrión que dominó hasta el minuto 33.
Suplentes sin pegada. El duelo resultó equilibrado hasta que ambos técnicos iniciaron las pertinentes rotaciones. Scariolo hizo coincidir a su segunda unidad en pista y los réditos que obtuvo fueron nefastos. Jornaleros como Biviá, Chagoyen y Fajardo destaparon las miserias alavesas.
Vicios intactos. El Baskonia volvió a ser un grupo endeble atrás, incapaz de cerrar el rebote con un mínimo de solidez y con un grado de desorientación alarmante.
santa cruz de tenerife - Se salvó in extremis el Baskonia de otra sonrojante derrota en el Santiago Martín, donde un rival inofensivo y venido a menos como el Iberostar estuvo a punto de propiciar la enésima cuchillada en el abdomen a un equipo desesperante. Muchos se agarrarán al mérito que entraña en cualquier comparecencia remontar nada menos que 16 puntos, pero quien ose sacar el pecho incurrirá en un error de dimensiones siderales y no se despojará la venda de los ojos en esta carrera de fondo que es la Liga ACB. Así podrá ganarse alguna batalla esporádica ante modestos de escaso fuste, pero las conclusiones del 78-82 definitivo de cara a la preparación para las series finales por el título volvieron a ser descorazonadoras. El Laboral Kutxa sufrió lo indecible para doblegar a un anfitrión entusiasta que, entre las múltiples lesiones (Saúl Blanco y Gutiérrez) y la fuga inesperada de su estrella rumbo al baloncesto turco (Sekulic), malvive desde hace meses con una victoria en sus últimas catorce apariciones ligueras.
La agónica victoria en tierras insulares enmascaró otra oscura actuación lejos del Buesa Arena que, en condiciones normales, hubiese desembocado en una nueva tragedia ante un adversario mínimamente rocoso y con una buena salud. Porque, tras una triste reedición de los numerosos esperpentos acaecidos en la presente temporada, la determinación de Heurtel en el epílogo reportó óptimos dividendos a un Baskonia que tranquilamente pudo cavar su tumba en un aterrador segundo cuarto. En ese intervalo, que recordó a viejos tenebrosos episodios saldados este curso con un desenlace funesto, el pésimo papel de su segunda unidad le colocó al borde del colapso (43-27).
Frente a un colectivo plagado de honrados jornaleros pero limitado a más no poder, el conjunto vitoriano fió su suerte a la ruleta rusa de su, a menudo, imprevisible timonel para amarrar un triunfo vital en la carrera por un puesto en las series finales por el título. Denostado otras muchas veces por sus críticos más ácidos, el francés cuajó un último cuarto de ensueño que constata su crecimiento. Con 14 puntos prácticamente sin fallo, brindó un éxito angustioso que convirtió en anecdótica la hemorragia defensiva provocada por un viejo conocido. Carl English, indefendible para casi todos los exteriores de Scariolo, había cogido el relevo al sorprendente Biviá como el devastador francotirador local. Sin embargo, todos los intentos del canadiense resultaron baldíos cuando un rival dotado de más recursos se despojó las legañas de los ojos y despertó a tiempo de su letargo.
suplentes señalados Con el alentador horizonte de un encuentro a la semana, encaró el Baskonia otra cita crucial para su porvenir liguero. Dispuso Scariolo de los días suficientes para alertar al grupo acerca de la necesidad de no incurrir en los perniciosos vicios del pasado. Lejos de aprender la lección, sucedió lo inesperado. El Iberostar, muy cambiado y disminuido respecto al bloque dinámico que indigestó el final del 2013 a la afición azulgrana, campó a sus anchas con una facilidad intolerable. La igualdad presidió el electrónico hasta que ambos técnicos comenzaron las pertinentes rotaciones. Alejandro Martínez halló un filón con los guerrilleros Biviá, Chagoyen, Heras y Fajardo. El técnico italiano, por su parte, no halló ninguna respuesta procedentes de sus hombres de refresco llamados a reivindicarse. Poeta, Jelinek, Hanga, Mainoldi y Hamilton naufragaron.
Afortunadamente, quedaba mucho tiempo por delante y el Laboral Kutxa fue imponiendo la lógica de forma paulatina cuando el cansancio empezó a hacer mella en los chicharreros. Ni siquiera la eliminación de Nocioni, uno de los artífices de la reacción junto a Pleiss, frenó la ascensión alavesa. La providencial solidez del alemán, decisivo en el último minuto con un dos más uno y un rebote ofensivo tras un error de Hamilton, puso en bandeja un triunfo que fue desbrozado por Heurtel. El de Beziers asumió toda la responsabilidad con el desparpajo que le caracteriza. Para bien o para mal, nunca le tiembla el pulso. Cuando acierta, se convierte en un filón y es elevado a los altares. Su exhibición de temple y sangre y fría, traducida en cuatro tiros libres consecutivos, sepultó las esperanzas de un Iberostar que, con todo, dispuso de sus opciones para meter el miedo hasta el bocinazo final. Las facilidades atrás, la catarata de pérdidas y los múltiples rebotes ofensivos concedidas no pasaron esta vez factura.
Tan denostado otras veces por sus alocadas decisiones, ayer fue capital en la victoria. Con valentía, determinación y sangre fría, se echó el equipo a su espalda para evitar otro sonrojo.