BILBAO. La situación límite que atraviesa el Bilbao Basket, acuciado por la falta de liquidez para afrontar este mes el pago de las nóminas a su plantilla, tiene visos de solucionarse en los próximos días. Según apuntaron ayer varios medios vizcaínos, el futuro del club pasa irreversiblemente por la marcha de su accionista mayoritario. Consciente de que su crédito ante las instituciones está agotado después de que la Diputación evitara la pasada temporada la desaparición de la entidad mediante una ayuda superior a los cinco millones de euros, Gorka Arrinda mantiene abiertas las negociaciones con varios empresarios locales afines al PNV con el propósito de vender sus acciones y bajarse de un barco a la deriva donde la continuidad de todos sus jugadores se encuentra seriamente en entredicho.
En caso de que las conversaciones lleguen a buen puerto, el club bilbaíno cambiará de dueño a finales del presente mes y se evitaría el concurso de acreedores. El pasado 30 de diciembre, Arrinda destapó la situación crítica del Bilbao Basket en la junta de accionistas alegando que necesitaba urgentemente 1,5 millones de euros para poder pagar las nóminas en lo que resta de temporada. En el fondo, se trató de una llamada de auxilio a las instituciones locales para salvar nuevamente al club. Sin embargo, su objetivo en esta ocasión quedará en agua de borrajas. Y es que el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, recalcó ayer, en declaraciones a Radio Euskadi, que "no hay dinero público" de la institución foral para el equipo de baloncesto porque existen otras prioridades. "Hay quien dice que ese rescate ya se dio por parte de la Diputación. Lo que hicimos fue adelantar y cancelar los convenios que habíamos firmado con el club. A día de hoy, no tenemos ningún compromiso con el Bilbao Basket ni existe partida presupuestaria para ello", advirtió.