Segundo, tercero o cuarto. La posición del Laboral Kutxa al final de la primera fase de la Euroliga todavía es una incógnita. Lo único seguro tras la hiriente derrota de ayer en Belgrado es que la formación adiestrada por Sergio Scariolo ya no podrá optar a un liderato de grupo que todo hace indicar acabará en las manos del Maccabi, que propinó un paso de gigante con su triunfo ante el Lietuvos Rytas en el Nokia Arena.

Cualquier opción alavesa por encaramarse a la atalaya pasaba ineludiblemente por ganar sus dos encuentros y confiar en que los discípulos de David Blatt perdieran la próxima semana en el OAKA ante el Panathinaikos. Sin embargo, el concluyente 81-65 con que se saldó la visita al Belgrado Arena ha dado al traste con las esperanzas de lograr un objetivo menor que, bajo ningún concepto, hubiese garantizado un plácido Top 16.

El Baskonia podría incluso descender hoy hasta la cuarta posición si el Panathinaikos consigue imponerse en Krasnodar al Lokomotiv Kuban. En cambio, un hipotético triunfo de los rusos permitirá vislumbrar muy cerca un tercer puesto que condenará irremediablemente a los vitorianos a jugar con el todopoderoso Real Madrid en la siguiente ronda. Por contra, también es seguro que el Olympiacos -el vigente monarca continental de las dos últimas temporadas- será una de las siete piedras de toque si los azulgranas acaban segundos o cuartos esta ronda inicial que todavía no ha resuelto todas las dudas respecto a la identidad de los dieciséis conjuntos clasificados.

Los de Scariolo reciben en la última jornada en el Buesa Arena al Lokomotiv Kuban, con el que perdió por un ajustado 86-85 en la ida tras regalar la victoria en los dos minutos finales. La única opción de asaltar la segunda posición es ganar el viernes de la semana que viene por dos puntos de diferencia y que el Panathinaikos pierda, al menos, uno de los dos encuentros que le restan. Cabe recordar que los helenos reciben en la última jornada al Maccabi, que por otro lado podría acudir al OAKA con escasos alicientes si se asegura hoy el liderato matemático del grupo con el traspié de los rusos.

Se avecina, por tanto, una última jornada de transistores en la que Scariolo ya ha dejado caer que no quiere especular a la hora de escoger rivales. Un peligro añadido para el Laboral Kutxa en el caso de que se vea emparejado con equipos ubicados en el Este de Europa pueden ser los maratonianos viajes que deberá afrontar. Ello se traducirá en un evidente desgaste de cara a la consecución de una mejor ubicación en la Liga ACB, donde en la actualidad ocupa una inquietante séptima plaza con un discreto balance de cinco victorias y cuatro derrotas. De lo que no hay duda es que el billete para el cruce previo a la Final a Cuatro de Milán estará plagado de dificultades.