Vitoria. El Baskonia dio el pasado jueves un paso de gigante en Tel Aviv para acceder al Top 16 de la Euroliga. Y, sin jugar, ayer también recibió otra excelente noticia para su porvenir continental tras la ajustada derrota (79-72) cosechada por el Estrella Roja, uno de sus rivales directos, en la gélida Krasnodar. El Lokomotiv Kuban, al que el cuadro de Scariolo tuteó la semana pasada prácticamente hasta los segundos finales cuando un triple del croata Krunoslav Simon y varios ataques espesos arruinaron las esperanzas de gloria, aprovechó el desfallecimiento de los serbios en la parte final para encaramarse al liderato en solitario y poner prácticamente los dos pies en la siguiente ronda al sumar su quinta victoria.
El resultado que se produjo en tierras rusas resultó altamente beneficioso para los intereses azulgranas tras un encuentro repleto de alternativas en el que los locales estuvieron más sólidos y certeros en el último cuarto. El Estrella Roja llegó a colocarse cuatro arriba (60-64) a ocho minutos para la conclusión, pero se quedó sin gasolina a la hora de afrontar el tramo caliente. Derrick Brown, bien secundado por sus compatriotas Williams y Hendrix, fue el máximo encestador de la velada con 16 puntos y unos buenos porcentajes (7 de 11 en tiros de campo). Por los visitantes, entre los que no brillaron como suele ser costumbre los estadounidenses Nelson, Jenkins y Schilb, el más entonado fue Simonovic (12 tantos).
De esta manera, el Baskonia retorna momentáneamente a la cuarta posición del grupo en espera del crucial enfrentamiento de la próxima semana ante el Panathinaikos que, en caso de victoria, puede implicar otro enorme salto cualitativo a la hora de materializar el primer gran objetivo de la temporada. A favor de los alaveses figura el hecho de que tres de los cuatro choques pendientes los jugará en el Fernando Buesa Arena. Además de los griegos, todavía deben visitar la pista de Zurbano el Lietuvos Rytas -ya prácticamente sin opciones- y el Lokomotiv, éste en una última jornada donde los rusos pueden carecer de alicientes con el pasaporte hacia el Top 16 y el liderato de grupo ya amarrados. El único encuentro a domicilio para el Laboral Kutxa tendrá lugar en el infierno del Pionir, donde espera un Estrella Roja dispuesto a vender cara su eliminación.
La próxima jornada tiene visos de resolver muchas de las incógnitas que aún se ciernen sobre el futuro europeo de los vitorianos. En el caso de que se conjuguen su triunfo ante el Panathinaikos y la derrota de los serbios frente al Maccabi, el panorama sería idílico a falta de tres jornadas para la conclusión de la primera fase. Todo continúa abierto, pero las cosas ya se ven de otra manera tras la disputa de la sexta jornada. La mejoría del equipo y la recuperación de los lesionados invitan claramente al optimismo.