vitoria. Tras un viaje infernal que dejó a una agotada expedición en Krasnodar bien entrada la madrugada del miércoles -contando siempre las tres horas más de diferencia con la capital alavesa-, el Laboral Kutxa afronta esta tarde otra jornada decisiva para intentar allanar su pedregoso camino hacia el Top 16 de la Euroliga. Tras el inesperado tropiezo de la semana pasada ante el Estrella Roja que supuso un grave atrás en sus aspiraciones, los alaveses se miden a uno de los dos líderes del grupo D y un claro candidato a alcanzar una de las cuatro primeras posiciones.
El Lokomotiv Kuban, un nuevo rico del pujante baloncesto ruso que cuenta con más de 20 millones de presupuesto, ha confirmado el potencial que todos los entendidos le intuían en esta primera fase de la competición. Su única derrota data de la tercera jornada ante el Maccabi en su cancha del Basket Hall, pero la compensó sobradamente hace una semana con su inesperado triunfo en Creta frente al Panathinaikos tras un providencial triple de Krunoslav Simon en el último segundo.
El cuadro ruso, que participa por primera vez en la máxima competición continental tras su sonado éxito en la pasada edición de la Eurocup, tiene aparentemente pocas fisuras, está perfectamente armado y cuenta con varios puestos por duplicado, aunque su rotación descansa en, a lo sumo, siete u ocho elementos realmente importantes.
En la dirección de juego, cuenta con dos conocidos bases como el internacional lituano Kalnietis y el ex del Unicaja Marcus Williams. Los pistoleros más reputados son otro antiguo integrante de los malagueños como Krunoslav Simon y Simas Jasaitis. Por dentro, el trío compuesto por Brown, Hendrix y Maric garantiza puntos, rebotes, músculo e intimidación. Los restantes integrantes a las órdenes de Evgeni Pashutin bajan muchos enteros, algo que deberá aprovechar el Laboral Kutxa para plantear a poder ser un partido duro, trabado y de enorme desgaste físico en el que las faltas vayan minando progresivamente el potencial ruso.
El optimismo emerge al comprobar que el Lokomotiv Kuban no es tan sólido cuando actúa al amparo de su público. En esta campaña, de hecho, ya ha cosechado tres derrotas entre la Euroliga y la VTB League, lo que concede ciertas esperanzas a la formación de Scariolo. Tras el cosechado en Vilnius hace dos semanas, un nuevo triunfo a domicilio en la pista de un rival directo volvería a colocar al Baskonia en una posición inmejorable para conseguir el primer objetivo que se ha fijado par este curso. En caso contrario, los nervios harían acto de presencia.