LABORAL KUTXA Hodge (7), Jelinek (10), San Emeterio (7), Nocioni (8), Pleiss (10) -cinco inicial-, Clark (7), Causeur (12), Heurtel (6), Van Oostrum, Hamilton (9) y Diop.

ASVEL VILLEURBANNE Morlende (9), Jackson (5), Keselj (7), Sy (5), Nsonwo (10) -cinco inicial-, Chassang (5), Rozenfeld (2), Larrouquis (5), Heili (6) y Leslie (10).

Parciales 17-15, 14-18, 23-12, 22-19.

Árbitros García González, Sacristán y Manuel.

vitoria. Bastó un arreón en las postrimerías del tercer cuarto para propiciar los únicos aplausos de un descafeinado Trofeo Diputación y cerrar la pretemporada con una tercera victoria consecutiva que no pasará a la historia precisamente por su vistosidad. El remozado Baskonia, el más terrenal de todos los que se recuerdan vistos los nombres que pueblan una plantilla con las dosis justas de talento, tiene un arduo camino por recorrer. Se mira al espejo y aparece deformado por la corta preparación, las lesiones y un rigor escaso que se traduce en un incontable manantial de ingenuas pérdidas. Algunas, achacables a la vocación por correr. Otras, derivadas de la poca clarividencia que aún abandera a un colectivo con hechuras interesantes en cuanto al compromiso y la intensidad.

El aperitivo de la Supercopa dejó más sombras que luces pese al cómodo resultado final. Entre el desangelado aspecto de un Buesa Arena que registró una triste entrada y el incesante carrusel de imprecisiones por parte de un Laboral Kutxa todavía por hacer y en busca de una identidad, el partido dejó escasos aspectos noticiosos. Frente al CAI, firmó minutos esperanzadores. Ayer, con el Asvel como piedra de toque, la velada discurrió entre bostezos tras una actuación que no sirvió para ahuyentar los fantamas que los más pesimistas auguran para la presente campaña.

El Asvel, un modesto cuadro galo que militará en la Eurocup, destapó el amplio margen de mejora que aguarda a un equipo, el baskonista, necesitado de más rigor y pausa para -en definitiva, todo lo que se consigue a base de entrenamientos- para adquirir velocidad de crucero. En un curso que amanece con dudas por la falta de talento, Querejeta y Scariolo sí parecen haber dado al menos con la tecla para dar con un grupo luchador que muerda en cada acción y deje atrás la autocomplacencia y la apatía de un año anterior para enviar al cubo de la basura. Posiblemente, eso no sirva para asaltar los títulos, pero permitirá recuperar el respeto de los rivales en la ACB y la Euroliga.

El transcurrir de las semanas irá resolviendo las dudas, pero el equipo que peleará a partir de este viernes por el primer título camina de momento entre un lógico mar de dudas, carece de automatismos y está presidido por la confusión. Con pocas sesiones de trabajo al completo y lastrado por los problemas físicos, este Baskonia se encuentra inmerso en una fase embrionaria. Sin embargo, es elogiable por ejemplo su firme deseo de correr y presionar desde arriba la subida de balón a cargo de rival.

En los veinte minutos iniciales, totalizó la friolera de 14 pérdidas, muchas de ellas cuando simultanearon su presencia en pista dos galgos como Heurtel y Van Oostrum cuyas acciones, a menudo suicidas, tendrán que ser domadas por el técnico italiano. De los integrantes de la vieja guardia, Jelinek evidenció su deseo de dar un paso al frente, Causeur mostró una mayor puntería que la pasada temporada y Pleiss dejó chispazos de poste dominante sin despojarse, eso sí, de los inquietantes tics de blandura de los que ha hecho gala en el pasado con la elástica azulgrana.

Uno de los llamados a sufrir por su cambio de rol es Nocioni. El Chapu va sobrado de casta y amor propio, pero no puede desafiar las leyes físicas. El fibroso Amara Sy, un prototipo de cuatro saltarín y atlético -con mucha menos calidad- de los que abundan en la Euroliga, le sacó los colores en los albores del choque a base de hacerle recular hacia atrás. En definitiva, una noche soporífera que da paso a lo realmente serio. La primera reválida seria del nuevo proyecto llegará este viernes ante el Barcelona, un dragón de muchas cabezas rebosante de nombres familiares para la afición gasteiztarra.