La derrota en Barcelona cerró para el Bilbao Basket un curso notable en lo deportivo, angustioso en lo económico y al final sin el premio europeo esperado de cara a un nuevo curso que se le presenta muy incierto al club de Gorka Arrinda. A la pérdida del encuentro se le sumó la de la plaza europea que le daba la sexta plaza en la fase regular, transformada en séptima por el sorprendente triunfo del Gran Canaria en Vitoria. Así, de un plumazo, lo que durante unos minutos permitió hasta soñar con la Euroliga se transformó en un varapalo que le dejó hasta sin el billete a la Eurocop.