vitoria. Lampe incendió el pasado martes la plácida tranquilidad que se respiraba en todo el entorno baskonista en espera de la llegada de los play off por el título con unas declaraciones, completamente a destiempo y fuera de lugar, que dejan entrever con meridiana claridad el descontento con su rol dentro de los esquemas de Zan Tabak. Al poste polaco, en el punto de mira de sus detractores por su escasa querencia al sacrificio y por anteponer casi siempre su bien personal al del colectivo, le traicionó el subconsciente con un ataque de sinceridad bajo el que subyace su frustración por la reducida ración de minutos que le está concediendo el técnico croata a lo largo del último mes de competición.

El orgullo del cinco nacido en Lodz está herido ante el incuestionable hecho de que su teórico suplente al comienzo de la temporada, Tibor Pleiss, ha comenzado a ganar peso en las rotaciones y discutir su presencia en los minutos calientes de los encuentros. La indudable pujanza del alemán, todavía algo bisoño y por hacer pero dotado de un espíritu de lucha que casa a la perfección con los valores exigidos a cualquier soldado que se alista en la centrifugadora del Fernando Buesa Arena, no es fruto de la casualidad. No en vano, todos sus minutos están justificados con el sudor de la frente. Trabaja como casi nadie y, pese a los lógicos errores derivados de su edad, destila ya la suficiente confianza entre compañeros y técnicos como para saber que el Baskonia no se resentirá con su espigada figura elevándose en el centro de la zona.

Los datos no engañan a nadie y el teutón totaliza 12 minutos más de juego que el exmadridista si se computan los últimos seis encuentros disputados por el conjunto vitoriano ante el Unicaja, el Blancos de Rueda, el Manresa, el Fuenlabrada, el Bilbao Basket y el Murcia. Durante este intervalo de tiempo, Pleiss suma prácticamente los mismos puntos -56 por 58- ante el aro rival, pero al mismo tiempo otorga una solidez sensiblemente mayor tanto a la hora de secar a sus pares como de rebotear. No en vano, ha atrapado 37 rechaces por únicamente 19 un Lampe excesivamente tierno y frágil cuando se trata de pegarse con los pívots rivales debajo del aro.

Una competencia sana pero que, por el bien del Laboral Kutxa en la inminente apertura de los play off por el título, no debe repercutir en la pérdida de confianza de su poste, en teoría, titular. Siempre que ofrezca su mejor versión, Lampe es uno de los jugadores predestinados a dar el salto de calidad a un grupo que peleará por su cuarta ACB.